castidad, el príncipe Casimiro (ahora san Casimiro, patrono de Lituania) dominó sus pasiones a través de una vida de austera mortificación. Víctima de tuberculosis pulmonar, murió en Grodno, Polonia, el 4 de
paredes; para nosotros, esta palabra evoca a la familia, la calidez del amor, la posibilidad de compartir una comida y las cosas del día, el diálogo, la posibilidad de ser nosotros mismos y de ser bienvenidos
este sueño, me pareció que me encontraba cerca de nuestra casa en un patio muy amplio donde jugaba una multitud de niños. Algunos reían, muchos blasfemaban. Al escuchar estas blasfemias, inmediatamente
Señora se apareció por primera vez en el jardín de la casa, a Mariette Beco, de 12 años, la mayor de una familia de siete hijos. El miércoles 18 de enero, la Señora la llamó nuevamente y ella se arrodilló
ellas nos llevan a descubrir a Dios mismo en el otro. Monseñor Sloskāns (1), que descansa aquí, en una ocasión, tras haber sido arrestado y expulsado, escribió a sus padres: "Les pido desde el fondo de
los científicos de la comisión firman un informe sobre los hechos, informe que reconoce no poder dar una explicación científica del fenómeno. El 12 de diciembre de 1953, el episcopado de Sicilia se pronuncia
bíblicos, hágalo. Pero si se da cuenta de que encuentra paz y alegría rezando el rosario, adentrándose en una oración rítmica y repetitiva, disfrútelo. Recuerde esto: si logra rezar el rosario en su totalidad
especialmente durante los 40 minutos de mi caminata diaria. Hay también momentos en que María significa una ayuda decisiva para las pruebas de mi vida: Recuerdo la muerte de mi querida madre, en 1995. Refiriéndome
grandes santos italianos y algunos Papas entre ellos San Juan Pablo II. Cada año en el mes de agosto una peregrinación toma uno de los caminos tradicionales para llegar al santuario: es el que sale de la
por eso tuvo que nacer bajo condiciones nuevas, él que trajo a nuestros cuerpos la gracia nueva de una pureza inmaculada. Era necesario que la integridad del hijo preservara en su frescura la virginidad