Francia. 15a aparición en Lourdes Imita al menos la humildad de la Virgen (VI) Un Dios sometido a los hombres, un Dios a quien los ángeles mismos están sometidos, y a quien los Principados y las Potencias [...] esté sometido a una mujer, es un ejemplo de humildad sin precedentes y por el otro que una mujer mande a Dios es un honor que nadie comparte con ella. Cuando se cantan las alabanzas a las vírgenes, se dice [...] Potencias obedecen, él mismo sometido a María, y no solamente a María, sino también a José por María. Cualquiera sea el lado por donde se vea, hay razones para sentirse sacudido de admiración, el único inconveniente
dirigí al Cielo, y especialmente a la Madre de Dios, para que viniera en nuestra ayuda. Algo inesperado sucedió justo después del nacimiento. El doctor, a quien no conocía, vino a verme y me dijo, mostrándome [...] católica, comencé a rezar el Rosario. Yo sabía que algo iba mal. Estaba muy preocupada, pero sabía que no era el momento de expresar mi angustia. Aprovecho esta oportunidad para elogiar a estos médicos, cuyo [...] médico que asistiría el nacimiento de nuestra nieta me permitiera ingresar a la sala de partos de un hospital. Fue hace 17 años. Las abuelas que lean estas líneas y hayan tenido una experiencia similar lo
petición dirigida a María por las necesidades de mortales e inmortales en el espíritu. Nuestra Madre debe ser invocada como el Padre. No se debe pensar que carece de misericordia y poder, y que no puede ayudarnos [...] vengan las dificultades. Es muy torpe decirse a sí mismo: lo haré cuando sea el momento. ¿Sabes si podrás entonces? ¿Y si Dios te dará tiempo? Las necesidades, desgracias e incluso la muerte a menudo llegan [...] Italia: Santa María de las Gracias (1923) «Vuestra Madre debe ser invocada como el Padre» El avemaría no debe recitarse pensando solo en la tierra y nuestra carne, que es polvo y volverá a ser polvo. Debe decirse
Italia, Trieste: Nuestra Señora de las Gracias (1486) La repuesta se encuentra en el Corazón puro de María ¿Qué es lo que más necesita el mundo, si no esperanza? Pero, a medida que aumentan los conflictos [...] tesoro que hay que respetar y no usar. Consiste en observar las normas sobre la sexualidad definidas por Cristo y la Iglesia. Verdad: la pureza nos permite ver según Dios y no según nuestras preferencias [...] nuestro entendimiento limitado. A la pureza de corazón no le interesan los placeres egoístas u obtener alguna ventaja. Es imperativa en la sociedad moderna porque es muy contraria a la cultura actual y es la
Santa María de las Gracias (1923) – San Charles de Foucauld Como María durante la Visitación Lo que quisiera para mí, lo debo hacer a los demás: “Trata a los demás como quieres que te traten a ti”. Y lo debo [...] hacer por los más olvidados, por los más abandonados, para ir a las ovejas más perdidas, ( …) y no creo que pueda hacerles mayor bien que traerles a Jesús, el Bien de los bienes, como María en casa de Juan [...] Visitación. (…). Al mismo tiempo, mientras permanecemos en silencio, queremos dar a conocer a estos hermanos que ignoran, no con palabras, sino con el ejemplo y sobre todo con la caridad universal, cuál es
en Ipiales y regresó a su casa en Potosí. Cuando pasó frente a la cueva, Rosa gritó: "¡Mami! ¡La señora blanca me está llamando!"María no veía nada. Asustada, se apresuró a llevarse a la niña lejos de allí [...] popular en la región gracias a los Dominicos. De pronto, sintió que alguien le tocó la espalda, se volteó, pero no vio nada. Días después, regresó a Ipiales, llevando en la espalda a su hijita Rosa, que era [...] un sitio llamado Las Lajas (piedras planas y lisas), se desató una terrible tormenta. María muy asustada, se refugió en una cueva al lado del camino. Sintiéndose sola, comenzó a invocar a Nuestra Señora
en Ipiales y regresó a su casa en Potosí. Cuando pasó frente a la cueva, Rosa gritó: "¡Mami! ¡La señora blanca me está llamando!"María no veía nada. Asustada, se apresuró a llevarse a la niña lejos de allí [...] popular en la región gracias a los Dominicos. De pronto, sintió que alguien le tocó la espalda, se volteó, pero no vio nada. Días después, regresó a Ipiales, llevando en la espalda a su hijita Rosa, que era [...] un sitio llamado Las Lajas (piedras planas y lisas), se desató una terrible tormenta. María muy asustada, se refugió en una cueva al lado del camino. Sintiéndose sola, comenzó a invocar a Nuestra Señora
alegría que resulta de las palabras escuchadas fue tal, que si me decían: “¿Existe una creatura que la pueda expresar con una palabra cualquiera?” Yo respondería: “No lo sé y no lo creo”. La Virgen hablaba [...] medida de tu fuerza, ya que tú eres muy amada (…)” Supe entonces que, para abrazar un alma, no hay abrazo semejante a la presencia de Cristo. Santa Ángela de Foliño Livre des Visions et des Instructions , (Libro [...] 4 enero – Italia: Nuestra Señora de las Rosas (1418) – Santa Ángela de Foliño (1248-1309)- Beato Manuel González García (1877-1940) ¡Qué tu trabajo sea amar! Un día yo escuchaba la misa: y en el momento
s y colaborando con el Vaticano. Murió a los pocos días de que se le diagnosticara una leucemia fulminante, no sin haber llevado a la mayoría de sus familiares a la fe. La devoción por este entrañable [...] primera peregrinación a Lourdes. En 2006, salió, esta vez, en dirección a Fátima. Entre todos los tesoros que trae de Fátima, aprende a meditar los misterios de la vida de Cristo a través del rezo del Rosario [...] Después de pasar la tarde en la playa —nos dice Will Conquer— , se unió a las mujeres piadosas que rezaban el Rosario. Su presencia las interpela. Durante la Misa, los cuchicheos se detienen para respetar
año junto al pesebre. Este “gerente de empresa divina” no dudó en jugar "las tretas del amor" con su esposa y Jesús, “la promesa hecha a Israel” y a todos nosotros: "hoy, en la ciudad de David, un salvador [...] disponía a abrir una botella de champán para celebrar una película que estaba a punto de hacer, cuando inesperadamente tuve un terrible accidente de tráfico. Siguió una ECM (experiencia cercana a la muerte) [...] recibidas. Sin éxito, porque María amaba a Dios más que a nada. Más que a ella misma, más que su comodidad, como su casto esposo: José, un hombre santo. Un aventurero de Dios, lejos de la imagen del santón