Lo que quisiera para mí, lo debo hacer a los demás: “Trata a los demás como quieres que te traten a ti”. Y lo debo hacer por los más olvidados, por los más abandonados, para ir a las ovejas más perdidas, ( …) y no creo que pueda hacerles mayor bien que traerles a Jesús, el Bien de los bienes, como María en casa de Juan, o como en casa de Isabel durante la Visitación. (…).
Al mismo tiempo, mientras permanecemos en silencio, queremos dar a conocer a estos hermanos que ignoran, no con palabras, sino con el ejemplo y sobre todo con la caridad universal, cuál es nuestra religión, qué es el espíritu cristiano, qué es el Corazón de Jesús.
Charles de Foucauld, extracto de una carta al P. Jérôme, Nuestra Señora de las Nieves, 17 de julio de 1901.