14 de febrero – Francia, Pellevoisin: Nuestra Señora de las Rosas (1876) – 2ª aparición en Lourdes

«El Rosario salvó al bebé»

En diciembre de 2017 tuve la suerte, durante el periodo navideño, de que el médico que asistiría el nacimiento de nuestra nieta me permitiera ingresar a la sala de partos de un hospital. Fue hace 17 años. Las abuelas que lean estas líneas y hayan tenido una experiencia similar lo entenderán.

El obstetra-ginecólogo estaba supervisando el trabajo, cuando noté que una gran preocupación invadía su rostro. Siendo católica, comencé a rezar el Rosario. Yo sabía que algo iba mal. Estaba muy preocupada, pero sabía que no era el momento de expresar mi angustia.

Aprovecho esta oportunidad para elogiar a estos médicos, cuyo trabajo pude observar ese día. Con demasiada frecuencia creo que no apreciamos plenamente su cuidado y diligencia. El doctor estaba concentrado en hacer nacer a un bebé que por alguna razón estaba en peligro. ¡Por fin ha llegado!

En ningún momento levanté la voz durante el parto, pero me dirigí al Cielo, y especialmente a la Madre de Dios, para que viniera en nuestra ayuda. Algo inesperado sucedió justo después del nacimiento. El doctor, a quien no conocía, vino a verme y me dijo, mostrándome mi rosario: «¡Eso fue lo que salvó al bebé!». ¡Dios mío! ¡Fue un ejemplo perfecto de fe y confianza en Dios! Sin decir nada más, salió de la sala de partos. Por mi parte, agradecí al Señor y a María por uno de los mayores regalos que Dios nos da: ¡los hijos!

M. E. et C. T. de diciembre 2017

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