renuevan su sacerdocio en el Espíritu Santo y nos conducen a la alegría eterna. Cuanto más unidos estén los sacerdotes a la Virgen María, tanto más fácilmente Ella podrá guiarlos para conducirnos a la santidad
prometió a la Virgen permanecer fiel a ella "mientras nuestros arroyos murmuren, nuestros prados estén verdes y el aroma de las flores de nuestro país se perciba". Galli, A. (1997). Madre della Chiesa
soltaron (…) Alabado sea Dios por haber tocado los corazones endurecidos de estos malhechores. Que estén en nuestras oraciones y se den cuenta de la maldad de sus acciones”. El padre Okorie describe al padre
inteligible el lenguaje del cosmos como el de las Escrituras para que todos los que, como los Magos, estén abiertos a la verdad, puedan reconocerla y llegar a contemplar al Salvador del mundo. San León dice:
(“¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y sus hermanas, no estén todas entre nosotros?”). La enseñanza de la virginidad perpetua de María es uno de los dogmas más
porque Él quiere que las victorias de la Iglesia en el mundo contemporáneo y en el mundo del futuro estén unidas a Ella” (2). Adaptado de: Mark Mallett (1) Congregación para la Doctrina de la Fe (2000). “El
jóvenes, ancianos, enfermos y nuevos cónyuges a ponerse "con confianza bajo la protección de María. Estén seguros de que Ella no les negará su consuelo a la hora de la prueba”. El santuario de la nueva ciudad
prueba de fe. Les digo, como Madre de mis niños sacerdotes, sean siempre obedientes a la Iglesia; pero estén atentos porque, cuando la consagración de la Eucaristía desaparezca, mi Hijo, el Señor Jesús, también
del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos. Esperanza nuestra, míranos con compasión
del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos. Esperanza nuestra, míranos con compasión