Gisella Cardia (Trevignano Romano, Italia), una joven que recibió los estigmas, “ve” a la Virgen desde 2016. Una estatuilla de María, traída de Medjugorje, lloró lágrimas de sangre, como en Akita (1973) o Civitavecchia (1995). Lo mismo sucedió con una imagen de Jesús de la Divina Misericordia en casa de la vidente.
Los mensajes de Dios Padre, Jesús y la Virgen, recibidos por Gisella, hablan de:
La aparición de nuevas enfermedades provenientes de China (mensaje del 28 de septiembre de 2019).
La inminencia del aviso / iluminación de la conciencia (como en Garabandal o entre místicos como Luz de María de Bonilla, Pedro Regis o Sulema).
Una crisis en la Iglesia debido a una campaña de desacralización que ataca la fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
Una renovación espiritual mundial.
Aquí presentamos algunos extractos de los mensajes más recientes:
“Hijos, aquí está la gran prueba de fe. Les digo, como Madre de mis niños sacerdotes, sean siempre obedientes a la Iglesia; pero estén atentos porque, cuando la consagración de la Eucaristía desaparezca, mi Hijo, el Señor Jesús, también desaparecerá. Sepan que su fe auténtica será recompensada porque yo los protegeré. Los tiempos anunciados no te tocarán a ti, vendrán nuevas enfermedades para las que será difícil encontrar una cura” (28 de enero de 2020).
“Hijos míos, no teman por los tiempos que vendrán: mientras sean fieles a Dios, nada podrá turbarlos. Hijos míos, la conversión es urgente porque se acabó el tiempo. No se sientan atraídos por las cosas del mundo, porque pronto serán despojados de todo; pero podrán tener alegría y serenidad solo con la ayuda de Dios. No se dejen engañar, hijos míos, por las palabras del Maligno que encuentra soluciones fáciles para ustedes, pero peligrosas para su alma” (6 de abril de 2021).
El obispo diocesano se mantiene cauto en relación con las apariciones; pero ha autorizado a los fieles que vayan a casa de Gisella a rezar en una capilla puesta a disposición de los fieles.
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