"Insto a todos a unirse espiritualmente en este acto de fe y devoción popular, de modo que, a través de la intercesión de la Santísima Virgen, el Señor otorgue misericordia y paz a la Iglesia y al mundo entero", declaró el papa Francisco el 6 de mayo de 2020, en vista de la "Súplica" de Pompeya celebrada dos días después en el Santuario Pontificio de la Virgen del Rosario.
Durante la Audiencia General que presidió en la mañana, el Papa habló de esta oración tradicional. Nos invitó a confiar en la Virgen María el mes dedicado a Ella, pues “nos fue dada como Madre al pie de la cruz”.
También animó a los jóvenes, ancianos, enfermos y nuevos cónyuges a ponerse "con confianza bajo la protección de María. Estén seguros de que Ella no les negará su consuelo a la hora de la prueba”.
El santuario de la nueva ciudad de Pompeya, ubicada a unos veinte kilómetros de Nápoles, y a 250 km al sur de Roma, en la región de Campania (Italia), fue fundada por el beato Bartolo Longo. Un día, durante una caminata por el campo, este abogado escuchó una voz que le decía: "Si propagas el Rosario, serás salvo”.
Decidió difundir el culto a la Virgen, comenzando por construir una nueva iglesia dedicada a Nuestra Señora del Rosario. En 1883 compuso la "Súplica a la Reina del Rosario de Pompeya", rezado tradicionalmente al mediodía en Italia, el 8 de mayo y el primer domingo de octubre, mes del Rosario.
Alrededor de este santuario, hoy un centro internacional de peregrinación, Bartolo Longo fundó muchas obras de caridad cristiana para los más pobres de la sociedad, en particular, para niños y adolescentes huérfanos y abandonados. El papa Francisco lo visitó el 21 de marzo de 2015.
Audiencia General, papa Francisco, 6 de mayo de 2020.