el Rosario es monótono, les falta una cosa: el amor. Y todo lo que no se hace por amor, no vale nada. La Santísima Virgen ha dado, en estos tiempos en que vivimos, una nueva eficacia al rezo del Rosario [...] problema, te repito, aun el más difícil, que no pueda solucionarse con el Rosario. Sor Lucía de Fátima, una de los tres videntes de Virgen de Fátima en Portugal. Jésus en premier
tu socorro le produce una gran alegría. Tú le acordaste el deseo de su corazón y no defraudaste sus ruegos porque la colmaste de muchas bendiciones. Sobre su cabeza colocaste una corona de piedras preciosas [...] Cristo, según la palabra del sabio: «Un hijo dotado de sabiduría es la corona de su madre. » Y es una corona de piedra porque en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, Cristo figura bajo el nombre de piedra:
hombres. Y me permito insistir para que en cada lugar de culto una estatua de la Santa Virgen sea ofrecida a la piedad del pueblo de Dios, según una antigua tradición de la Iglesia latina. Se sabe que la Iglesia [...] N.S. de Montesinos (1776) Buscamos a la Santa Virgen Sacerdotes y fieles se sorprenden de no ver una estatua de la Virgen María en ciertas iglesias. Dicha ausencia no favorece la devoción hacia la Madre
siempre Virgen, Madre de Dios; pues ella fue una montaña, ella quien por la dignidad de su elección supera toda criatura elegida, por grande que sea. ¿María no fue una alta montaña, no fue ella quien se alzó [...] montaña que llevará la casa del Señor será colocada en la cima de las montañas.» Y es así, ella fue una montaña, colocada en la cima de las montañas, pues la grandeza de María resplandece por encima de todos
vio a la Madre de Dios, la Reina del cielo, con una corona en la cabeza. Sus cabellos, de una belleza incomparable, le caían sobre las espaldas. Tenía una túnica de oro resplandeciente y un manto azul como
veía que la Madre de Dios y Reina del cielo tenía una corona en la cabeza. El cabello, de una belleza admirable, le caía sobre los hombros. Llevaba una túnica dorada resplandeciente y un manto azul como
devoto de la Santísima Virgen, a quien a menudo invocaba en una capilla donde constantemente encendía siete velas ante su imagen. Mientras rezaba una tarde a los pies de la Virgen María, Ella se le apareció [...] tus oraciones» La Basílica de Nuestra Señora de Ceignac se encuentra en la localidad de Calmont, a una decena de kilómetros de Rodez, en Aveyron (sur de Francia). Este santuario espiritual de Rouergue ha [...] a concedértelo", respondió la Santísima Virgen, "pero no en este lugar: ve al reino de Francia, a una capilla santa, construida y consagrada en mi nombre, cerca del pueblo de Rodez, en el bosque llamado
ninguna iglesia, excepto una capilla establecida en Kabul, en 1933, dentro de la embajada italiana. Frecuentada por residentes expatriados, se ha mantenido, desde su creación, como una fuerte presencia espiritual [...] Scalese, misionero barnabita (religioso de los Clérigos de San Pablo), capellán de esa capilla, organizó una ceremonia de consagración durante la cual puso a todo Afganistán bajo la protección de Nuestra Señora [...] acto de consagración. “Que la consagración al Inmaculado Corazón nos ayude a vivir nuestro tiempo de una manera más consciente y en total disponibilidad a la voluntad de Dios”. En 1917, durante las apariciones
Virgen en casa de los Colafrancesco. En una de estas apariciones, la Virgen le dijo a Marija que quería que se estableciera una comunidad en ese lugar y hoy hay ahí una comunidad de creyentes. Desde 1988, [...] santuario Cáritas de Birmingham en Sterret, una pequeña localidad de Alabama, para celebrar el 40 aniversario de las apariciones de Medjugorje. En 1988, una de las videntes de Medjugorje (Bosnia y Herzegovina)
modelo perfecto y verdaderamente digno de Dios. Y esta formación es una perfecta restauración; y esta restauración una divinización; y ésta, una asimilación al estado primitivo (...). Hoy ha aparecido el brillo [...] Aarón, que para nosotros ha producido Cristo, rama de la fuerza. Hoy, de Judá y de David ha salido una joven virgen, llevando la marca del reino y del sacerdocio de Aquél que, según el orden de Melquisedec [...] sangre de David. Hoy comienza la reforma de nuestra naturaleza, y el mundo envejecido, sometido ahora a una transformación totalmente divina, recibe las primicias de la segunda creación.