natural y sobrenatural ya eran suficientes para el embellecimiento de la humanidad. Por supuesto, Jesús se sumará a este esplendor y llevará nuestra justificación mucho más allá del nivel al que su Madre [...] consideraciones, ¡dejemos de pensar que Nuestra Señora no hizo nada notable antes de la venida de Jesús! Simplemente, puso la infinitud de la gracia en las tareas de la vida cotidiana. Jean-Michel Castaing
Pedro Damián y aprobado por el arzobispo de Cambray (1626) Discreción y modestia de María Cuando Jesús comenzó su predicación, su Madre se hizo a un lado. Ella no interfirió en su trabajo e incluso, cuando [...] abrirse camino en el corazón de los hombres a través de la persuasión y la dulzura. Cuando el nombre de Jesús fue deshonrado, María sintió revivir su celo. Cuando el Emmanuel fue negado, la Madre de Dios entró
Santo venga sobre ustedes” (Hechos 1,8), refiriéndose a los Apóstoles justo antes de Pentecostés. Jesús les respondió (a los Apóstoles): “Ustedes recibirán una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre [...] de la Iglesia en la hora de la Cruz la encontramos en el evangelio según san Juan. Antes de morir, Jesús entrega el Espíritu a los creyentes (“E inclinando la cabeza entregó el Espíritu” [Jn 19,30]), encomienda
1979: Primer viaje de Juan Pablo II a Polonia, a Czestochowa Discreción y modestia de María Cuando Jesús comenzó su predicación, su Madre se hizo a un lado. No se entrometió en su trabajo y, aun cuando él [...] paso en el corazón de los hombres solo a través de la persuasión y la dulzura. Cuando el nombre de Jesús fue deshonrado, María sintió revivir su celo. Cuando el Emmanuel fue negado, la Madre de Dios entró
o sus padres para que haya nacido ciego?». Respondió Jesús: «Ni él peco ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios»”. Jesús, por tanto, libera a este hombre de toda responsabilidad
Nuevo Adán y la Nueva Eva San Buenaventura toma al paralelo tradicional entre Eva y María, y ve en Jesús y María la reparación por el pecado de Adán y Eva: “Así como la caída tuvo lugar en ambos sexos —al
Iglesia la ocasión de celebrar solemnemente una segunda vez, todos los años, al discípulo amado de Jesús, el querido hijo de la Madre de Dios. Según el Monasterio Ortodoxo
El origen del santuario remonta a las revelaciones asombrosas recibidas por la Madre Mariana de Jesús Torres (1553-1635) que fue abadesa y una de las fundadoras del Monasterio Real de la Inmaculada Concepción
"compadecerse" anticipadamente de lo que acarreará la falta de vino en la fiesta de bodas y pide a Jesús que lo solucione, sin que nadie se dé cuenta, así toda nuestra vida sacerdotal la podemos ver como
mía, ¿por qué me persigues?". Y a su respuesta: "¿Quién eres Señor?", la voz responderá: "Yo soy Jesús a quien tú persigues (...)". Y ella, temblando y asombrada, dirá: "Señor, ¿qué quieres que haga?"