momento ya no sentí ninguna tentación contra esta virtud, ni en mi corazón ni en mi mente. Más tarde entendí que era una de las mayores gracias que la Santísima Virgen María me había dado, porque se la había
verla el médico se exclama consternado. "Pero son manchas de lepra". El médico sigue perplejo. Busca entender: "¿Has tenido contacto con leprosos? - No. - ¿Tienes contacto con extranjeros de África o Asia?
recordando a Mónica, llama a Agustín «el hijo de tantas lágrimas » ¿A qué nivel de profundidad debemos entender nosotros que somos hijos de las Lágrimas de la Criatura excepcional que ha recibido el incomparable
tiempos”. Este acontecimiento nos lleva al punto clave en la historia del hombre en la tierra, entendida como historia de la salvación. Es significativo que el Apóstol no llama a la Madre de Cristo con
hacia mí para morderme. Un pie se posa sobre ella y la mata. Por la mañana, cuando me desperté, no entendí este segundo sueño. No había notado que, en la imagen, María tenía una serpiente a sus pies. Era
Iglesia que pasaba una gran prueba y era atacada por muchos enemigos. Sin embargo, en la visión, se entendía que, mientras la Iglesia estuviera unida a los pilares de María Auxiliadora y al de la Eucaristía
habitar en nosotros, porque toma morada en aquellos que le aman y cumplen su Palabra. No es fácil entender esto, pero, sí, es fácil sentirlo en el corazón. Papa Francisco 12 octubre 2013 vatican.va/content
Era sacerdote desde hacía ya cuatro años y nunca había rezado el rosario. No me gustaba y no lo entendía. También tuve dificultades para aceptar y comprender a María. No tenía una "relación" con ella.
aprobadas por un milagro cósmico como pocos en la historia de los hombres. Por milagro cósmico entendemos un milagro que actúa sobre elementos observados a lo largo de varias decenas de kilómetros a la
tradición teológica se encuentra un anhelo de sencillez. Santo Tomás de Aquino decía que no podemos entender a Dios porque Dios es perfectamente simple. Hay una falsa simplicidad de la que debemos deshacernos