un librito con los textos más importantes del padre de Montfort. Luego leí El amor de la sabiduría eterna y Tratado sobre la verdadera devoción a la Santísima Virgen. Fuimos dos veces al “Foro de Jesús el
Virgen María vino y me tocó interiormente. Me hizo comprender que Cristo nos abrió el camino a la vida eterna y que la vida aquí abajo es solo un paso en nuestra libertad para escoger a Dios. Al mismo tiempo
nosotros, al menos, conservemos el asombro: en Navidad el Verbo es un niño que no puede hablar, el Eterno es solo una vida que inicia, el Todopoderoso es un niño que solo sabe llorar. Dios siempre vuelve
ella es Jesús, a quien ella dio a luz por nosotros. Y la Virgen dijo esto al rey, es decir, al Padre Eterno: «Vi que era una fuente inmensa, de la cual brotaban muchos surtidores de agua, esparciendo agua
tanto inimitable. Ella es esa “Madre dulce y atenta” que le ha dado rostro humano al Hijo del Padre eterno” Es con el rezo del Rosario que “el Evangelio emprende su ruta en la vida de cada uno en las familias
una profunda espiritualidad mariana. Aquí algunas de sus ideas: “ Estáis predestinada por toda la eternidad a salvar por vuestra misericordia, ahí donde la justicia de vuestro Hijo ya no puede salvar», le
vosotros y para todos los carmelitas un excelente privilegio y quien lo lleve nunca sufrirá el fuego eterno. Es la señal de la salvación en los peligros y de la feliz posesión de la vida que nunca terminará»
libremente su vocación en el plan eterno de Dios. Este plan se expresa en el primer deseo de Dios: que el hombre pueda vivir en su intimidad la Gloria eterna. Este deseo eterno de Dios lo expresa explícitamente [...] plenamente en este plan de Dios, y cada uno de nosotros somos también llamados a participar en el plan eterno de Dios.” Padre Pierre Le Bourgeois 28 noviembre 2009
(…) Poco antes os he hablado de: "la eterna belleza del alma de mi Madre". “Yo soy la Palabra y por ello sé hacer uso de la palabra sin error. He dicho: “eterna”, no “inmortal”. Y no lo he dicho sin una [...] ninguno conoce a la "virgen" María… Pero ahora quiero descubriros el alma de mi Madre, su verdadera y eterna belleza. Ven aquí, Madre mía. No te ruborices. No te vuelvas atrás atemorizada, paloma suave de Dios [...] crea el Pensamiento de Dios. El alma de mi Madre desde siempre fue pensada por Dios. Por tanto es eterna en su belleza, en la cual Dios ha vertido todas las perfecciones para recibir de ella delicia y consuelo
imploran; guía a los que te aman al premio de la eterna bienaventuranza, en donde con tu amantísimo hijo Jesucristo reinas felizmente por toda la eternidad. Amen.