arzobispo de Cebú (Filipinas), quien dirigió la Marcha por la vida con María , a la que asistió una gran multitud, dijo: "Ningún hombre tiene derecho a acabar con la vida de otro. Dios es el principio y [...] vida. Con la Virgen María, Nuestra Señora de la Vida, Nuestra Señora de la Iglesia, entremos en el gran movimiento de marcha y oración por el renacimiento de la cultura de la vida en nuestras sociedades
rezando mucho (...) Solo podía celebrar la Misa en secreto. Celebraba la Eucaristía con gran cuidado y para mí fue una gran fuente de fortaleza en prisión. El sacerdote también recurrió a la Virgen María para
pintura de Madre e Hijo, y creen que es un fresco del siglo XIII o XIV, que alguna vez fue parte de un gran mural de obras de arte ahora perdidas o destruidas. Algunas leyendas sugieren que este detalle/fragmento [...] inundación. La imagen está colgada hoy a pocos pasos de la tumba de san Ignacio de Loyola, quien le tenía gran devoción. Como lo ha hecho durante siglos, la mano de María en la esquina inferior derecha se extiende
gracia de Dios?" Se le pregunta a Juana durante su juicio. –"¡Es una gran cosa, contestó ella, responder a tal pedido!" –"Sí, es una gran cosa, dijo uno de los asesores, el teólogo Fabri; la acusada no está
febrero de 1920 hasta su muerte el 29 de diciembre de 1923. Gran mística, recibió muchos mensajes atribuidos a Jesús y María, mensajes de gran sencillez. Los reunió en su libro Un llamado al amor, bendecido
manifestaciones más conmovedoras de la piedad cristiana. En su gran sabiduría, la Iglesia, experta en humanidad, ofrece a sus fieles palabras de gran confianza para la hora decisiva. Pero no es como una regresión
hijos de Dios deben acoger a María y todo lo que Ella les ha enseñado a lo largo de su vida. Tienen un gran apoyo que es María, utilícenlo más. Récenle, récenle más, háganla suya, ella siempre camina a su lado” [...] Hijo al Padre, por amor a nosotros. Mientras decía todas estas cosas, el demonio pasó a decir, con gran asombro del exorcista: "Allí estábamos también nosotros, al pie de la cruz, poniendo a algunos contra
consagrado en la Basílica d’Aix-la-Chapelle que él había deseado dedicar a la Madre de Dios. Acogió con gran devoción la reliquia del cinturón de la Santa Virgen que le diera la Emperatriz de Constantinopla
bajado hasta la Tierra para aparecerte ante una niña débil y comunicarle ciertas cosas, a pesar de su gran indignidad. Así que, ¡cuán grande no es tu humildad! Tú, la Reina del Cielo y de la Tierra, has querido
imputada puede crecer: esto nunca ha sucedido así que no logrará convencerme.” Palabras imprudentes de un gran sabio ateo, ya que este milagro impensable se realizó el 29 de marzo de 1640, en España, por intercesión