15 abril – Viernes Santo – Italia: Nuestra Señora de la Herida (1490

Cuando Satanás reconoce: “Ella camina siempre a su lado”

El Viernes Santo del año 2006, mientras un exorcista ejercía su ministerio leyendo, en el Evangelio de Juan, las palabras que Jesús dirigió a María desde la cruz: "Mujer, ahí tienes a tu Hijo", y a Juan: "Ahí tienes a tu Madre”, el diablo se expresó así: “En un instante, Ella amó a todos sus hijos por todas las generaciones y dijo su segundo «sí». Después del «sí» dicho al Ángel, ella dijo «sí» a su Hijo en la cruz para que se convirtieran en sus hijos”.

El exorcista, entonces, dividido entre el asombro y la alegría porque había comprendido que el demonio estaba visiblemente obligado a decir, a su pesar, esas cosas que nunca habría querido decir, continuó leyendo las palabras del Evangelio: “Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”. Entonces el demonio, con un disgusto espantoso que se manifestaba en su voz y en sus actitudes, añadió: “Las almas puras llevan en su corazón a la Madre de Dios. Su cuerpo y su espíritu son la casa del Señor y ahí es donde tienen que llevarlo. Todos los hijos de Dios deben acoger a María y todo lo que Ella les ha enseñado a lo largo de su vida. Tienen un gran apoyo que es María, utilícenlo más. Récenle, récenle más, háganla suya, ella siempre camina a su lado”.

Ante estas palabras del diablo, pronunciadas mientras exorcizaba, el sacerdote, sabiendo que el Viernes Santo es un día especial de gracia, le recordó el sacrificio de Jesús en la cruz por amor a nosotros, sus llagas, su sangre, sus sufrimientos, sus humillaciones, su ofrenda al Padre, así como las lágrimas y los sufrimientos de María al pie de la cruz y su ofrenda en unión con su Hijo al Padre, por amor a nosotros. Mientras decía todas estas cosas, el demonio pasó a decir, con gran asombro del exorcista: "Allí estábamos también nosotros, al pie de la cruz, poniendo a algunos contra él, para acusarlo, para clamar contra él, para desafiarlo. A otros los tentábamos infundiéndoles dudas sobre Él, diciéndoles que en realidad no era el Mesías.

Tomado de: Bamonte, Francesco (2006). Possesioni diaboliche ed esorcismo: Come riconoscere l'astuto ingannatore (“Posesiones diabólicas y exorcismos: como reconocer al astuto mentiroso). Torino: Figlie di San Paolo.

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