Rosario en francés, portugués, vietnamita, tamil y en kikongo ante la estatua de santa Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz, que debe estar encantada con esta diversidad de oraciones, ya que es la patrona de
Quito, en los siglos XVI y XVII, se dan apariciones marianas para el siglo XX La madre Mariana de Jesús Torres, una religiosa concepcionista española que vivía en Quito, Ecuador, tuvo apariciones de Nuestra
mundo tendrá un tiempo de paz (...). Cuando recen el Rosario, digan después de cada decena: “Oh, Jesús mío, perdónanos. Presérvanos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, principalmente
su nombre popular; pero, como lo indica el reverso de la medalla a través de los dos Corazones de Jesús y María, lo que es milagroso es el amor sobrenatural del cual la medalla es testimonio. De hecho,
es antigua: en el siglo XVII, san Juan Eudes la propagó, uniéndola con la del Sagrado Corazón de Jesús. En el siglo XIX, una festividad del "purísimo Corazón de María" existía en ciertos lugares, el sábado
guerras, causado grandes conversiones, sanado matrimonios y ayudado a innumerables almas a acercarse a Jesús, su Iglesia y los sacramentos. Muchos de estos milagros se registran en el libro más grande jamás
Santo, dice san Pablo (Rm 14, 17). Es hoy cuando tenemos que vivirlo, más aún, tomando en cuenta que Jesús nos dice, "El que escucha mi palabra y cree en Aquel que me envió, tendrá vida eterna”(Jn 5:24). Esta
también el día de la fiesta del evangelista san Lucas, "quien nos cuenta la historia de la infancia de Jesús en estrecha relación con María", dice Ayuda a la Iglesia Necesitada. La Asociación recibe muchos
importancia de la Madre de Dios en su homilía ante los quinientos jóvenes de Var: «Para conocer a Jesús desde dentro, es necesario pasar por María». Él nos aconsejó tres actitudes que el cristiano debe
rezaba el Rosario en su habitación, "ve a la Virgen" vestida de azul, llevando en brazos al Niño Jesús. Nuestra Señora no habla, pero le entrega un rosario. El 7 de octubre, la Virgen le muestra el santuario