notablemente inmortalizado por los pintores Giotto y Durero. Para algunos, sería la puerta por la que Jesús pasó el Domingo de Ramos, con lo que también cobra importancia para el Mesías cristiano. Algunos también [...] “La Santa Virgen habla de los misterios de su vida”), por Catalina Emmerich, publicada en 1854. Jesus Marie
Capetillo la atribuye a la Virgen María, cuya llamada escuchó en momentos de oración y adoración ante Jesús Eucaristía. «Ella modeló mi corazón y curó mis heridas. Con la fuerza de sus enseñanzas, me arrodillé
ella será la Madre virgen e inmaculada. Ella es el alma más amorosa y amada del Padre después de Jesús y, por tanto, la más bellamente colmada por los favores divinos. Tomado de: Peyret, R. (1991). Prends
de María en la vida de Juan Pablo II (1), describe que la Virgen María dio a la Madre Mariana de Jesús Torres, abadesa del Real Monasterio de la Inmaculada Concepción, Quito (Ecuador), 1594-1634, una serie
(1558) Consagración de Francia a María (I) En 1636, la Santa Virgen le pide a la Madre Ana María de Jesús Crucificado, religiosa con los estigmas, a quien el Cardenal Richelieu tenía en gran estima, que Francia
todo lo queráis saber sobre la Virgen, lo encontraréis en estas breves palabras: De quién nació Jesús. He ahí la historia, una historia larga y muy densa.
privilegio de hacer algo por ese santo hombre de fe y durante la noche le rogué a todos los que creían en Jesús y que vivían entre los judíos que vinieran en secreto hasta el lugar de tortura para llevarnos el
(I) Después de la muerte de su hijo, Santa Brígida fue llevada a un palacio magnífico. Ahí vio a Jesús sentado en su tribunal y rodeado de una corte innumerable de ángeles y santos. A su lado estaba la
momento en que la multitud contempló el milagro, una visión de la Sagrada Familia. En ella, el Niño Jesús parecía bendecir al mundo con sus manos trazando una cruz. Estaba delante de Nuestra Señora, vestida
apareció el 3 de marzo, bajo la advocación de Nuestra Señora de Pompeya, sentada en un trono, el Niño Jesús en su regazo y un rosario en la mano. La acompañaban santa Catalina de Siena y santo Domingo. La Virgen