madre falleció después de una dura batalla contra el cáncer. Por un tiempo me sentí desorientada, privada de la persona que siempre me había guiado. Me sentía desubicada, abrumada e inestable. Fue durante
“le comunicó a san Luis de Montfort que la oración pública es mucho más poderosa que la devoción privada”, recuerda McCrystal. "Así que decidimos arrodillarnos y suplicar la misericordia de Dios para toda
violentas, vandalismo y saqueos; destrucción de las propiedades de la Iglesia, del Estado y del sector privado; rechazo del patrimonio nacional, herejía contra la Iglesia Católica, etc. La guerra espiritual se
derecho a hacerle una dulce promesa de amor. En cuanto a mí, para cumplir la suprema voluntad, me privé de mis inocentes alegrías de Madre, comenzando así, en el trabajo y el sacrificio, mi función de dar
femenina que le dice: "María (Myrna es un sobrenombre) no temas, yo estoy contigo. Abre las puertas, no prives a nadie de mi vista. Enciende una vela en mi nombre".Myrna piensa que alucina, pero la interrupción
magníficos edificios públicos, teatros, tiendas, sin mencionar una multitud de espléndidas casas privadas cuyas excavaciones han revelado la belleza de sus mosaicos. Una de las ciudades más majestuosas
fue más terrible que la de los emperadores romanos para la Iglesia de los primeros siglos porque privó a los cristianos de su vida, pero también de su integridad humana. La catequesis fue condenada como
veinte años en completa soledad, alimentando su alma de las delicias celestiales de la contemplación. Privado voluntariamente de la conversación con los hombres, gozaba del diálogo con la Santa Virgen y los
cuenta con ella. En otras palabras, su relación con la Virgen María no es del orden de la devoción privada, opcional. Es una parte integral de los elementos que deben mantenerse unidos para la realización
completa soledad, alimentando su alma con los celestiales deleites de la contemplación. Habiéndose privado voluntariamente de la conversación de los hombres, disfrutó de la de la Virgen María y de los ángeles