agosto, en la festividad de la Asunción, en todas las iglesias de todas las diócesis del reino. He aquí un extracto del edicto de consagración de Francia a María, promulgado por el rey Luis XIII «Tantas
a cuidar de la gente, a amar a la gente, a promover la justicia y la armonía, y a no estar lejos del pueblo. María es, por tanto, nuestra Reina y es también nuestra Madre. Y, como Reina de toda la creación [...] piensa en María toda llena de gracia. En ella solo cabe el amor de Dios. Extracto de una homilía del obispo Paul Mc Aleenan , pronunciada el 25 de julio de 2022, en la Cité Saint Pierre de Lourdes. Mons
oficialmente a su vocación cristiana. El arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, escribió a raíz del incidente: "Estamos muy convencidos de que no solo tendremos que reconstruir nuestra catedral, sino [...] respondemos generosamente al llamado de Nuestra Señora, ¡la generosidad de Dios será insuperable! El día del incendio, el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y de los Sacramentos
Virgen se le aparece de nuevo y Adela le hace esas preguntas. La Virgen responde: «Yo soy la Reina del Cielo que ora por la conversión de los pecadores y deseo que hagas lo que yo hago. Esta mañana recibiste [...] los hechos, apariciones y locuciones dirigidas a Adela Brise en octubre de 1859 muestran la esencia del carácter sobrenatural, y, en consecuencia, reconozco estas apariciones como dignas de ser creídas (aunque
observar cómo poco a poco el alma gana en humildad y se fortalece en la virtud porque, si se trata del diablo, pronto se manifestará con signos evidentes, se le sorprenderá en mil mentiras. Si el confesor
va a formar mi alma, para que su hijita sea una imagen viva y atractiva de su Primogénito, el Hijo del Eterno, el que fue la perfecta alabanza de la gloria de su Padre. Santa Isabel de la Trinidad (1880-1906)
un suscriptor de Hungría. Y no es un cuento sino la pura verdad. Por prudencia, omitimos el nombre del lugar y de las personas. Durante la última guerra, el hijo de un médico fue hecho prisionero. Después
peligro y que no habiendo ya ninguna razón para inquietarse él querría marcharse. Cuando los padres del niño le preguntaron cuánto le debían, el Dr. Granpas respondió que absolutamente nada, que el honor
Ascensión, María lo guardó en su corazón. Instruida por el ejemplo de su Hijo, ella comprendió la voluntad del Padre para con ella. “Que se haga tu voluntad”: el fiat de la Anunciación y el fiat de la Cruz llevaron
azul y con una corona en la cabeza. De su cuerpo se desprendía una luz inconcebible. “Yo soy la Reina del Cielo y de la Tierra, pero ante todo tu Madre” y cerrándome contra su pecho, me dijo: “Yo tengo compasión