De la misma manera en que “todos los caminos llevan a Roma”, el marcador "punto cero" frente a Notre Dame marca el centro de la ciudad y el punto geográfico desde el cual se calculan todas las distancias en Francia. Notre Dame representa el corazón de la capital. Es el símbolo de Francia, de sus raíces cristianas y de su amor a María. También es testigo de su historia nacional durante los últimos nueve siglos y de su influencia cultural y civilizadora en Europa y en todo el mundo.
Pero el lunes 15 de abril de 2019, en una tarde agradable de primavera, ¡la catedral se vio envuelta en llamas! Ante espectadores asombrados que espontáneamente comenzaron a rezar de rodillas, dondequiera que se encontraron, la aguja alta y emblemática de Notre Dame se derrumbó en el enorme incendio que consumió su techo milenario. La estructura más bella y sagrada de París, y el monumento más visitado de Europa, ahora está parcialmente destruida.
Puesto que nuestra cultura cristiana se está desintegrando rápidamente en Occidente, y especialmente en Francia, que es la "hija mayor de la Iglesia", no podemos dejar de ver, en la terrible imagen de la Catedral devastada en el primer día de la Semana Santa, una señal que apunta al estado de descomposición espiritual de un país que ha renunciado oficialmente a su vocación cristiana. El arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, escribió a raíz del incidente: "Estamos muy convencidos de que no solo tendremos que reconstruir nuestra catedral, sino también nuestra Iglesia, cuya cara está tan gravemente dañada".
Ya ha surgido un gran movimiento de oración en toda Francia, que irradia precisamente de su epicentro católico. Las donaciones están llegando en grandes cantidades de todos lados y de personas de todas las religiones, mucho más allá de las fronteras de Francia, para atender a la gran Dama herida.
Esta ola de generosidad trae una esperanza muy animadora de un posible despertar espiritual y mariano. Si respondemos generosamente al llamado de Nuestra Señora, ¡la generosidad de Dios será insuperable! El día del incendio, el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y de los Sacramentos, tuiteó: "¡Notre Dame se levantará nuevamente porque la Madre de Dios lo quiere!"
La Asociación Marie de Nazareth, por su parte, reflexionará sobre formas concretas de reconstruir nuestra Iglesia también.
El equipo de Marie de Nazareth