La revista "Madre de la Iglesia" acaba de publicar un hecho real relatado por un suscriptor de Hungría. Y no es un cuento sino la pura verdad. Por prudencia, omitimos el nombre del lugar y de las personas. Durante la última guerra, el hijo de un médico fue hecho prisionero. Después de doce años de esperar, contra toda posibilidad de esperanza, sólo la madre profundamente cristiana continuaba esperando. Cada sábado, ella se dirigía a la capilla cercana a la ciudad para suplicarle a la Madre de los Dolores por su hijo prisionero. El 25 de marzo, para la festividad de la Anunciación, le pide a su marido que la acompañe, pero él no acepta. "Tú sabes bien, le respondió, que yo no puedo dejarme ver en la iglesia." Además, yo evito todo tipo de reuniones." "Ven conmigo, sin embargo, insiste la mujer. "Si rezamos los dos, Jesús y su Madre nos oirán mejor seguramente." El médico al final decide acompañar a su esposa?.