simplemente revelándole nuestro corazón. Oremos con audacia y confianza, seguros de ser escuchados, entendidos, incluso adivinados. Digámosle a menudo que la amamos. Nunca tengamos miedo de importunarla con
le preguntó si podía rezar y poner flores frente a la estatua de María. Aceptó, pero todavía no entendía los sentimientos de los católicos por Nuestra Señora... Leo y Joanna tuvieron 2 hijos. La mayor
de conciencia de mi pequeñez ante la grandeza de Dios. Sé que tengo que volver. Sé que no podría entender todo interiormente. Creo que eso es lo que María quiere para mí porque quiere que regrese. Espero
le permitió introducir a Dios de manera asombrosa en su oscura celda. Porque el Rosario, como lo entendió tan claramente este soldado, no es una simple secuencia de oraciones recitadas una tras otra, ni
corazón en la escuela de María. Ella me preparará, dejaré que me instruya sin poner condiciones, sin entenderlo todo. Jesús y María, no espero para responder. Escucho mi corazón y actúo. Aquí encuentro una
en la tierra debe alegrarse en la eternidad y decirle a nuestra Madre: “¡Mi hija finalmente ha entendido quién eres tú!”. Testimonio enviado a la Asociación Marie de Nazareth por Mariam L., de Rennes (Francia)
mano derecha de Nuestra Señora, vimos un Corazón rodeado de espinas que parecían hundirse en él. Entendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad y pidiendo reparación
Virgen me indicó con la mano que me arrodillara y parecía decirme: “¡Está bien!”. No habló, pero yo entendí todo. En 1855, Alfonso se mudó a Palestina y dedicó su vida al catecumenado de los conversos de origen
términos cuidadosamente elegidos. No dijo de manera banal: "El que nacerá en ti", para que no se entendiera como que un cuerpo externo sería introducido desde fuera. Dijo: "El que nacerá de ti", para invitar
y vio la gloria de Dios de un modo más perfecto que Moisés, vio la gracia divina que no se puede entender de manera perfecta con los sentidos, pues es un espectáculo sagrado, reservado solo para almas y