amarillo, con un velo cubierto de diamantes y una corona resplandeciente ». La aparición le muestra el rosario de perlas que tiene en sus manos, y luego, su pecho. Un « águila blanca » se destaca sobre su manto
bandera de Cristo! El beato Alain de la Roche 1 deploraba la tibieza con la que había rezado el Rosario, en una iglesia dominica de París, durante la octava de Todos los Santos de 1465. De pronto, se le
este acto, tocando las campanas y preparándose para la misa y la consagración a través del rezo del Rosario. "En nuestros pueblos, existe una profunda fe en la Santísima Virgen María y, en momentos críticos
énfasis en la adoración al Santísimo Sacramento y la devoción a la Virgen María. Incluye la Misa, el Rosario, meditaciones sobre la Pasión, adoración y bendición eucarística, procesiones con el Santísimo Sacramento
por su papá, por la noche, durante el canto del Ave. Y volvió para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario: “¿Recuerda mi última visita…? Bueno, ese mismo día, como a las 7:00 de la noche, mi padre entró
Eymard*. Muy joven, se había consagrado a ella, postrado en la iglesia ante su altar. Le encantaba el Rosario. Pero un deseo lo consumía: peregrinar a Laus, en los Altos Alpes franceses, a la capilla de Nuestra
palabras, no por miedo, sino para no ofenderlo. Para concluir, quisiera insistir en la importancia del Rosario. La Santísima Virgen misma lo dijo y lo volvió a decir en la mayoría de sus apariciones. Y luego
Medjugorje Cuando se anunció el programa, mi entusiasmo decayó un poco, pues nos ofrecieron rezar el Rosario tan pronto como llegáramos. Con esfuerzo logré rezar una decena... ¡Pero me dije que tenía que jugar
En torno al párroco y las religiosas del colegio se organiza una vigilia de oración. Se reza el Rosario, luego el Magníficat, cuando una banderola se despliega entre el óvalo y el techo de la casa. Letra
devota, uno pensaría que yo sabía lo que significaba recibir el amor de María. ¡Para nada! Tenía un rosario, pero rara vez lo rezaba. María era para mí una heroína lejana, una mujer cuyo misterio me desconcertaba