20 de diciembre – Francia: Nuestra Señora del Folgoët

María me enseñó a meditar

“María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lc 2, 19). Esta hermosa descripción del amor de María tuvo una vez el efecto de causarme tristeza. No es que yo no quisiera tener la capacidad de asumir con amor en mi corazón, verdades incluso ocultas y difíciles, sino que no sabía cómo hacerlo.

Habiendo crecido en una familia católica devota, uno pensaría que yo sabía lo que significaba recibir el amor de María. ¡Para nada! Tenía un rosario, pero rara vez lo rezaba. María era para mí una heroína lejana, una mujer cuyo misterio me desconcertaba. ¿Cómo podía una mujer guardar tranquilamente tantas cosas en su corazón? ¿Y por qué?

No conseguía relacionarla con mi temperamento exuberante y apasionado, ¡listo para explotar fácilmente! Sin embargo, tenía una imagen de la Inmaculada Concepción y le supliqué: “María, ayúdame a ser un poco más como tú”. Una relación con Ella parecía imposible, porque Ella era perfecta y yo sabía que yo no lo era.

Cuando me convertí en madre por primera vez a los treinta años, en el primer Adviento, no seguí una devoción diaria ni encendí una vela de la corona de Adviento; pero mi madre me dijo algo que nunca olvidaré: “Con esta maternidad, vives tu adviento”.

Posteriormente interioricé este mensaje para cada tiempo litúrgico: Navidad, Cuaresma, Semana Santa. Poco a poco me dirigí a María y le pedí que me enseñara lo que significaba ser madre, porque yo sabía muy poco sobre cómo cuidar a los bebés y eso me asustaba.

Con los años, he aprendido lo que significa "meditar en todas estas cosas". Significa hacer espacio al Espíritu Santo en todo momento, escuchar sus inspiraciones, ser consciente de cuando me habla. Y, mientras meditaba, sentí con más fuerza la presencia de María, como si me guiara hacia un amor más profundo por Dios. María me enseñó a ser tanto receptiva como activa.

 

Adaotadi de: Jeannie Ewing, “Leaning into Mary’s Herat”. Publicado en Catholic Exchange (https://catholicexchange.com/leaning-into-marys-heart/). 

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