Dios solicita nuestra colaboración. Ella está siempre a la búsqueda de almas que se consagren enteramente a Ella para llegar a ser entre sus manos instrumentos efectivos y seguros para inflingirle una
los tiempos son muy malos; las desgracias caerán sobre Francia; el trono será derrocado, el mundo entero será trastornado por desgracias de todo tipo (la Santísima Virgen se veía muy apenada al decir esto) [...] suelo, el costado de Nuestro Señor se abrirá nuevamente; las calles se llenarán de sangre; el mundo entero caerá en la tristeza”. Santa Catalina Labouré, relato de las apariciones de la Virgen María en París
cielo, la Madre de Dios nos ha pedido nuestra colaboración. Ella busca almas que se consagren enteramente a Ella, para convertirse en instrumentos efectivos y seguros en sus manos, para infligir una derrota
invocan; su amplitud envuelve al globo terrestre a tal punto que su misericordia llena la tierra entera. Su sublimidad produjo el renacimiento de la ciudad celeste y su profundidad obtuvo el rescate de
puerta En mayo de 1957, en Westboden, un distrito de la ciudad de Düsseldorf en Alemania, una calle entera se incendió. Los piadosos habitantes de una de las casas afectadas, viéndose ellos mismos en el centro
la recordamos más a menudo, la invocamos con más frecuencia. Es Ella quien consiguió que el mundo entero fuera restaurado, arrancando con su oración la salvación de todos los hombres. Es evidente que estaba
Madre. ¡Lejos, entonces, las palabras suntuosas, las frases hermosas, los libros sabios! Yo sola entera con mi corazón de niña, quiero recogerme para contemplar, no una imagen, sino la más viva y la más
cuando algunos se sorprendían, él respondía: "Un avemaría es un tesoro que supera el valor del mundo entero”. Le Chapelet des enfants : Extrait du livret Histoires sur la Sainte Vierge IX, p. 4-5
Madre. ¡Lejos, entonces, las palabras suntuosas, las frases hermosas, los libros sabios! Yo sola entera con mi corazón de niña, quiero recogerme para contemplar, no una imagen, sino la más viva y la más
nacerá bajo el reino del Emperador Augusto eliminará la generación de hierro y vendrá para el mundo entero la generación del oro ». La Virgen María, sobre quien descenderá el Hijo de Dios, no conocía seguramente