comenta que esta noticia fue recibida con gran alegría. "Cuando nos llegó la noticia, se la anuncié a mis hermanos (marianistas) en la comunidad y fue una gran alegría para nosotros. ¡Todos bendecimos al
hermanos de Siria”. “Y ahora —dijo— les pido que acompañen este gesto con su oración: voy a bendecir una gran cantidad de rosarios para nuestros hermanos en Siria. Por iniciativa de la Asociación de Ayuda a la [...] unos seis mil rosarios; fueron las hermanas carmelitas de Belén quienes los fabricaron. Hoy, en esta gran festividad de María, los bendeciré y luego serán distribuidos a las comunidades católicas en Siria
su silencio ante mis palabras, las lágrimas por sus mejillas y su petición de que organizáramos una gran comida para recordar esta peregrinación. Y luego la frase de Henri: "Pero lo que dices es maravilloso [...] durante tu viaje, siempre te teníamos en mente. ¡Cuéntanos de nuevo!». Allí me sentí muy pequeña... La gran gracia de Medjugorje es para mí sobre todo un llamado al anuncio, un llamado a la misión y una toma
hacía dos siglos. En el capítulo 2, el del sueño de Nabucodonosor, el rey ve una piedra que rompe una gran estatua de oro, de plata, de bronce, de hierro y de arcilla mezcladas. El rey no consigue dormir hasta [...] dividido entre el hierro de Roma y la arcilla de Herodes. La piedra que rompe la estatua devendrá una gran montaña que cubrirá toda la tierra. La humilde Virgen del Señor pudo quizás imaginarse la modestia
mujeres! ¡Bendita eres entre todas las mujeres! Porque has sido considerada digna de albergar a tan gran Señor; porque con tu voluntad has contenido en ti a Aquel a quien nada puede contener; porque has
de Dassa en presencia de una multitud de aproximadamente 6000 personas. Al mismo tiempo, erigió una gran cruz luminosa en la cima de la montaña y decidió que esta nueva Gruta de Lourdes fuera en adelante
sigue fielmente el soplo de la gracia. Le he dado el Salvador al mundo y debes hablarle al mundo de su gran misericordia y prepararlo para la segunda venida de aquel que vendrá, no como un Salvador misericordioso [...] ha sido decidido, el día de la ira de Dios. Los ángeles tiemblan ante él. Habla a las almas de esta gran misericordia, mientras sea el tiempo de la misericordia; si guardas silencio ahora, responderás en
local, Alfonsina Mumureke oyó una voz: «Hija mía». Se dirigió hacia el pasillo y vio a una mujer de gran belleza: «Tenía un vestido blanco sin costuras y en la cabeza un velo también blanco y las manos juntas [...] hasta el 3 de diciembre del año siguiente. El 2 de marzo de 1982 le tocó a María Clara Mukangango, con gran estupor, porque estaba en el grupo de las más críticas e incrédulas. En su caso, las apariciones duraron
yugo bárbaro de los sarracenos. Innumerables fieles, mantenidos en doloroso cautiverio, corrían un gran riesgo de negar su fe cristiana y comprometer su salvación eterna. La bienaventurada Reina del Cielo [...] requería. Dios mismo, por mediación de la Virgen Madre, hizo crecer esta obra, que se extendió con gran rapidez y éxito por toda la superficie de la tierra, y vio florecer héroes de santidad, hombres de
hermanos que es muy religioso. Había sido educado en la religión católica por mi madre que tiene una gran fe, me había apartado completamente de ella en la adolescencia, tenía serias dudas sobre la existencia [...] miembro del grupo, encontrara una respuesta precisa a mis preguntas. También me llamó la atención la gran libertad de espíritu de la gente del grupo y de los sacerdotes que nos acompañaban. Nunca me sentí