Señora. (...) Apareció sobre una montaña de los Alpes (...) para el bien de Francia, (...) y del mundo entero. Y esto para advertirle que la ira de su Divino Hijo se había encendido contra los hombres, especialmente
nuestra actividad es actuar "a través de la Inmaculada", siendo nuestro fin la conquista del mundo entero y de cada alma en particular para la Inmaculada y, a través de ella, para el Sacratísimo Corazón
ampliamente, atrayendo a personas de lejos. Su influencia puede extenderse a una diócesis, a una nación entera, incluso a varias naciones o continentes. Así son los santuarios marianos. Resuenan con una fuerza
Martin, quien tenía un niño de nueve años llamado Jean-Latil, sordomudo y que nunca había caminado, se enteró de las grandes gracias dispensadas por Nuestra Señora de Bargemon, Haut-Var (Francia). Ofreció su
El Cairo, Egipto, donde la tradición decía que la Sagrada Familia se había hospedado, multitudes enteras vieron a la Virgen aparecer sobre la cúpula central de una iglesia copta, durante horas, varias veces
disposición espiritual de manera que cuando lleguen al final de la vida, la práctica de una vida entera les sostenga y consuele cuando tengan más necesidad, así estarán listos para honrar a Dios en el
dar testimonio de los Corazones Unidos de Jesús y María. Constituye una vocación mariana dada por entero a Cristo, a la oración y a la consagración a Nuestra Señora, nuestra Madre. Oremos por su vocación
Misericordia que "nadie conoce como María la profundidad del misterio de Dios hecho hombre. Su vida entera fue modelada por la presencia de la misericordia hecha carne. "(No. 24). Entrevista con Monseñor
Facultad de Medicina de la Universidad de Shanghai (China) a principios del año 1951, los comunistas enterados de la firmeza de los estudiantes católicos (aproximadamente unos160) habían enviado a miembros del
su lado. Ella se levanta y hace una reverencia cuando ve entrar a los Reyes Magos. Está vestida enteramente de blanco. Se ve tan hermosa con la ropa sencilla e inmaculada que la cubre desde la base del cuello [...] el seno de su Madre, sonríe y gorjea con voz de pajarito. Al igual que su Madre, está vestido enteramente de blanco y calza sandalias en sus diminutos pies. María Valtorta, L’Evangile tel qu’il m’a été