estaba librándose en la zona. Solo más tarde se supo que la Virgen se había aparecido varias veces entre el 5 y el 8 de septiembre de 1914 en Barcy, cerca de Meaux (región de Ile-de-France), indicando a

del Santo Sudario (1997) Llena de la Palabra de Dios, María deviene Madre de la Palabra encarnada Entre los Santos, sobresale María, Madre del Señor y espejo de toda santidad. El Evangelio de Lucas la muestra

ocurridos en esta ciudad del norte de Italia, "sacudida y diezmada" por una gravísima epidemia de peste entre 1426 y 1430. El 7 de marzo de 1426, doña Vicenta Parisi, de 70 años, vio en la colina de Monte Berico

velar por mí! Lo hacen con todas las familias. Pude ver el profundo amor que reina en esta comunidad entre las Hermanitas. Cuando en 1998, en Hungría, la madre Myriam y sus hermanas fueron perseguidas, ¡nos

del Tercer Mundo donde realmente se libra la guerra. Todos los días se libra una batalla de Lepanto entre los santos misioneros que han sacrificado todas las comodidades domésticas, familiares, económicas

era valiosa para ellos! Rompí en llanto, me invadió tal torrente de amor, una sensación de estar entre el Cielo y la tierra. ¡Reconciliación total! Empecé a orar, a aprender mis oraciones con fervor y

que Ella nos asista en la hora de nuestra muerte, como lo hizo con su Hijo Jesús, “el primogénito entre muchos hermanos” (Rm 8, 29). La pasión del Hijo de Dios en el Calvario, ¿no es lo que Jesús en el

grandes eruditos no alcanzan la sombra de la verdad de las expresiones que allí se usan para hablar entre sí. El lenguaje del Cielo es un movimiento del alma, de los deseos del alma, de los impulsos del alma

romanos pontífices. Pero, ¿podría María, nuestra Madre, abandonar a su suerte a una sola de sus hijas entre las naciones? Recordemos también la profecía de san Pío X precisamente sobre la hija mayor: "Sus faltas

parecieron estar hechos para mí y mi misión: estos misterios del anuncio de la gestación, del encuentro entre María e Isabel, ambas esperando a un niño; del parto, me ayudaron a orar por las mujeres a las que