la confianza entregados a tu Maternidad Divina. Tú, Señora de la Alta Gracia llévanos a tu Hijo, Jesús ábrenos al Divino Espíritu de Amor enséñanos a conocer el Amor del Padre. Que tu luz sea nuestra luz
autobiografía. Una noche, estando despierto, vio claramente una imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús en los brazos, durante esta visión recibe un inmenso consuelo que le deja un tal disgusto de toda
puede creer y prosperar, si ignora que sus raíces ocultas se hunden en Nazaret. Ya que trabajar con Jesús obrero, sumergirse en "Nazaret", viene a ser el punto de partida de una nueva concepción de la Iglesia
mi dulce y querida Madre, pues ellos ven y comprenden lo que nosotros apenas balbuceamos. Y a ti, Jesús, toda mi "gratitud", todo mi reconocimiento y mi amor, por vuestra divina Eucaristía, centro de toda
hecho esto?» (Lucas 2, 48); será en todo caso una mirada penetrante, capaz de leer en la intimidad de Jesús, hasta percatarse de sus sentimientos ocultos y adivinar su elección, como será en Caná (cf. Juan
de monjas, llamado "La Encarnación" de Ávila (España), entrará la que luego sería santa Teresa de Jesús. La Orden de Carmelitas Descalzos es una Orden dentro de la Iglesia Católica Romana fundada por Santa
El muera para que los hombres vivan. Ella ahí llega para recibir sus nuevos hijos: Mujer, le dice Jesús, he aquí a tu hijo. ¡Qué concepción tan dolorosa! ¡Qué creación la que se le asigna! Y cuáles son
narrados por los Evangelios. Fue uno de los tres apóstoles que presenciaron la transfiguración de Jesús, entre los profetas Elías y Moisés, cuando se transformó para mostrar su naturaleza divina. También [...] los Olivos con Pedro y su hermano. Después de la Resurrección, estuvo en el pequeño grupo que vio a Jesús en el lago Tiberiades y participó en la pesca milagrosa. Los Hechos de los Apóstoles relatan que recibió
solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti [...] educación de nuestros hijos. Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a El, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados
de la Virgen María. “María fue fundamental en mi vida espiritual, en mi conversión, al llevarme a Jesús y permitirme apreciar la fe católica más profundamente”, declaró. También descubrió un verdadero arsenal [...] propias luchas y batallas. «Se crea una profunda intimidad cuando nuestras heridas se unen a las de Jesús en la cruz y a las de nuestra Madre. Este sufrimiento compartido puede guiarnos en nuestras batallas