España es tierra mariana desde el siglo I

España es tierra mariana desde el siglo I, si nos atenemos a la tradición según la cual el apóstol Santiago tuvo una aparición de la Virgen María sobre una columna (Santuario del Pilar, en Zaragoza, Aragón). Se llamaba Jacobo o Bar Zebdi, pero nosotros lo conocemos como Santiago el hijo del Zebedeo o Santiago el Mayor para diferenciarlo del otro apóstol Santiago, el hijo de Alfeo, llamado el Menor. Según los relatos cristianos, Santiago nació alrededor del año 5 a. C., en Galilea, hijo de Zebedeo y María Salomé, y hermano mayor de Juan, también apóstol.

Santiago estuvo presente en los episodios más importantes narrados por los Evangelios. Fue uno de los tres apóstoles que presenciaron la transfiguración de Jesús, entre los profetas Elías y Moisés, cuando se transformó para mostrar su naturaleza divina. También fue testigo de la oración en el Huerto de los Olivos con Pedro y su hermano. Después de la Resurrección, estuvo en el pequeño grupo que vio a Jesús en el lago Tiberiades y participó en la pesca milagrosa. Los Hechos de los Apóstoles relatan que recibió al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego en Pentecostés (c. 33 d.C.).

Es a partir de ese momento que tomará su cayado, así como el barco y recorrerá los caminos para evangelizar Occidente y España en particular. Esta tradición no se fijó por escrito sino hasta en el siglo XII. El santuario es muy frecuentado por los españoles y en él estuvo Juan Pablo II.

La arqueología ha encontrado en Mérida, capital de la provincia de Extremadura, una iglesia dedicada a María del siglo II —¡anterior a la persecución de Decio de 200 a 251)!—. Y, debajo del santuario de Nuestra Señora del Pilar, hay una basílica que data de los siglos III-IV dedicada a la Asunción. A finales del siglo V, se desarrolló la liturgia hispánica en la que María es exaltada como la nueva Eva, Madre de Dios y Madre nuestra, Mediadora de las gracias, la siempre Virgen, ascendida al Cielo, imagen de la Iglesia.

Los principales santuarios son, por tanto, el de El Pilar (en Zaragoza), luego Montserrat, Aranzazu, Almudena...

Y no olvidemos que la reforma del Carmelo, iniciada en Ávila en el siglo XVI, fue puesta bajo la protección de Nuestra Señora y san José.

Fuentes: https://www.via-compostela.com/fr/la-vie-de-saint-jacques

Y también:

Galli, Atilio (1997). Madre della Chiesa dei cinque continenti (pp. 319-320), Udine: Ed. Segno.

Enciclopedia Mariana