3 de febrero – Italia: La Madonnina (1696) – Santa María Riviera, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Presentación de María († 1838)

«Antes de Medj, yo vivía como si Dios verdaderamente no existiera»

© Shutterstock/Melnyk Meriya
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En Medjugorje*, me mantuve cauteloso frente a todo lo que allí se decía, pero también curioso. No tenía ninguna devoción mariana particular, incluso muy raramente me dirigía a la Santísima Virgen. Por una feliz coincidencia, conocí a Ludovic, quien organiza las peregrinaciones del Club Medj ¡y aquí estoy en el camino a Medj!

Sobre el lugar, nada espectacular que contar. Medjugorje es, después de todo, un simple pueblo enclavado entre dos colinas rocosas, me lo habían advertido. Durante nuestra primera visita a la Comunidad del Cenáculo con sede en Medj, que ayuda a los jóvenes a dejar las drogas duras simplemente a través de la oración, la hermana Elvira me mira fijamente y me da dos palmaditas firmes en la espalda, lo que siento como una invitación a algo. ¿Atreverse a hacer como ella? En cualquier caso, a confiar más en Dios. 

Al día siguiente, tuvimos la suerte de saber que tendría lugar una aparición en el Oasis de la Paz. En el lugar no vi a la Virgen, por supuesto. Tampoco puedo decir que no sentí nada. Así que oré con toda la confianza que pude. Pero cuando la vidente Marija nos dijo que la Virgen nos había bendecido a todos y se había llevado consigo nuestras peticiones, ¡qué alegría! Empiezo a darme cuenta —solo un poquito— de que era una Señora muy, muy grande la que había estado allí, muy cerca de nosotros.

Eso no prueba nada!", dirán los escépticos. Sí, pero no pretendo demostrar nada. Allí comprendí que la fe es un don misterioso... Siento en este pueblo una paz casi palpable, yo que quedé en shock, durante el viaje en auto, por las huellas aún visibles de la guerra. Todos tuvimos la gracia de estar presentes en otra aparición justo antes de partir. Tampoco en esto hay nada espectacular en sí mismo… ¡María, en cambio, actúa en nosotros de forma suave y profunda!

¿Te preguntas qué es lo que distingue a Medjugorje de otras peregrinaciones? Nada, quizás. Solo que, sin darme cuenta, he adquirido la certeza de que María está realmente allí. No la “sentí” físicamente, ¡y sin embargo ya no puedo dudar de ello! Y allí me di cuenta de un hecho que parecía bastante simple: ¡Dios realmente existe!

Roman: www.clubmedj.com

*Medjugorje es un pueblo de Bosnia Herzegovina convertido en sitio de peregrinación católico a partir del inicio de las apariciones de la Virgen María en 1981, apariciones que aún no terminan.

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