San Luis María Grignion de Montfort: Le Secret de Marie (El Secreto de María), § 22-23

Jesús a Catalina: “Quiero casarme contigo en la fe”

© Shutterstock/Renata Sedmakova
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Catalina de Siena (1347-1380), santa italiana, terciaria dominica, doctora de la Iglesia, fue canonizada en 1461.

Antes del comienzo de la Cuaresma, mientras rezaba en su celda, Cristo le dijo: «Has desechado y huido, por mi causa, de todas las vanidades del mundo. Despreciando todos los deleites de la carne, has puesto en mí solo el placer de tu corazón. Por eso, en este momento [...] yo también he querido celebrar solemnemente contigo la fiesta del compromiso de tu alma. Como te prometí, quiero casarme contigo en la fe.»

Inmediatamente, «apareció la Virgen, su gloriosa Madre, Juan Evangelista, el glorioso apóstol Pablo, santo Domingo y con ellos el profeta David. La Virgen, Madre de Dios, tomó con su santísima mano la de nuestra virgen, extendió los dedos hacia su Hijo y le pidió que se dignara casarse con Catalina en la fe. El Hijo único de Dios, con un amable gesto de asentimiento, le presentó un anillo de oro. Con su mano derecha, colocó este anillo en el dedo anular de la mano derecha de nuestra virgen...», según su biógrafo Raimundo de Capua (†1399), Vida de Santa Catalina de Siena, alrededor de 1395, citado por Barnay, 135.

Este autor relata otra visión: «Me dirigía hacia el cajón de la harina cuando vi a mi dulcísima Señora María aparecer ante mí, acompañada de santos y ángeles. Me ordenó hacer lo que había planeado y se dignó amablemente amasar conmigo estos panecillos, cuyo número se multiplicó por la virtud de sus diminutas manos. Nuestra Señora me presentó los panes que estaba haciendo»

Ibid., citado por Barnay, 137.

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