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María hizo su propia «peregrinación» al Congreso Eucarístico de Indianápolis

© Shutterstock/Nagel Photography
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Nuestra Señora del Cabo se trasladó desde la ribera canadiense del río San Lorenzo a Indianápolis, como signo de la unidad entre los fieles de Canadá y Estados Unidos. La estatua mariana conocida como Nuestra Señora del Cabo, llegó a Indiana antes del Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Indianápolis del 17 al 21 de julio de 2024.

"La procesión terminó en la Catedral de la Inmaculada Concepción en Fort Wayne, un lugar muy apropiado, dado que Nuestra Señora del Cabo está diseñada a partir de la medalla milagrosa, conocida primero como la Medalla de la Inmaculada Concepción", dijo Dennis Girard, director del Movimiento de Devoción Mariana, que coordinó la procesión desde Canadá.

Recordó que en 1846, los obispos de Estados Unidos designaron a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción como patrona de la nación. Además, el Apostolado Mundial de Fátima (EE.UU./Our Lady's Blue Army), organizó una visita a la estatua de la Virgen Peregrina de Fátima en el Congreso Eucarístico.

Ambas estatuas, acompañadas de peticiones de oración escritas por los fieles a lo largo del camino, se colocaron en un lugar destacado en el Congreso, celebrado en el estadio Lucas Oil del 17 al 21 de julio de 2024.

Se estima que 2500 peregrinos asistieron a los eventos celebrados en la Basílica de San Patricio en Ottawa. Los organizadores hablaron de una "despedida adecuada a la Madonna nacional de Canadá desde la capital del país".

Monseñor Yvan Mathieu, de Quebec, miembro de la Sociedad de María (maristas), subrayó que los católicos están llamados a ser “discípulos misioneros”, reconociendo que existen obstáculos. Recordando un milagro ocurrido en 1879, cuando se formó hielo en el río San Lorenzo, lo que permitió a los constructores de una nueva iglesia-santuario dedicada a Nuestra Señora del Cabo transportar piedras al otro lado, el obispo declaró que Dios permitirá a los católicos contemporáneos “cruzar el río de la indiferencia”, que es uno de los principales obstáculos para la evangelización.

En muchas paradas, como en la iglesia de san Ambrosio de Cambridge (Ontario), la Misa fue seguida de una consagración oficial a la Virgen María, una veneración de la estatua de Nuestra Señora del Cabo, una bendición de pétalos de rosa y oraciones por los seres queridos fallecidos y para que las familias recuerden las gracias que pueden alcanzar a través de la Eucaristía. Los participantes pudieron permanecer en la iglesia, en una vigilia que duró toda la noche y terminó con una Misa por la mañana.

La estatua cruzó la frontera de Estados Unidos el 12 de julio, luego se detuvo en la capilla de San José, en el Santuario del Inmaculado Corazón en Pontiac (Michigan) y en la catedral de la Inmaculada Concepción en Fort Wayne (Indiana).

El padre franciscano Alex Kratz, director espiritual de los Ministerios de Tierra Santa, que administra el santuario de Pontiac, dijo a una asamblea de fieles que Nuestra Señora del Cabo quería estar presente en el congreso eucarístico y “llevarnos a una fe más profunda en Jesús, como a los apóstoles en Caná, donde tuvo lugar el primer milagro público de Jesús”.

John Burger, 16 de julio de 2024.

Adaptado de: www.aleteia.org 

 

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