María llora cuando ve a sus hijos amenazados

En 2013, la diócesis de Siracusa, en Italia, celebró el 60º aniversario del milagro que tuvo lugar allí durante cuatro días consecutivos, los días 29, 30, 31 de agosto y el 1 de septiembre de 1953 a un matrimonio joven, Angelo Lannuso y Antonia Giusto. Un pequeño relieve de yeso que representaba el Inmaculado Corazón de María, colocado a la cabecera de la cama de la pareja, había comenzado a derramar lágrimas humanas. El papa san Juan Pablo II hizo una visita pastoral al lugar el 6 de noviembre de 1994 y en su homilía dijo:

“Las lágrimas de la Virgen forman parte de los signos: demuestran la presencia de la Madre en la Iglesia y en el mundo. Una madre llora cuando ve a sus hijos amenazados por algún mal espiritual o físico. El Santuario de la Virgen de las Lágrimas, estás destinado a recordar a la Iglesia las lágrimas de la Madre.

 ¡Aquí, dentro de estos acogedores muros, todos aquellos que se sientan oprimidos por la conciencia del pecado, vengan y experimenten la riqueza de la misericordia y el perdón de Dios! Que las lágrimas de la Madre los conduzcan hasta aquí.

Son lágrimas de dolor por todos aquellos que rechazan el amor de Dios (...), por todos aquellos que no oran porque están distraídos con mil otros intereses o porque permanecen obstinadamente cerrados a la llamada de Dios. Son lágrimas de esperanza, que derriten la dureza de los corazones»

Papa san Juan Pablo II: extracto de la homilía del 6 noviembre de 1994 en la consagración del santuario de Nuestra Señora de las Lágrimas, Siracusa, Sicilia (Italia).