El P. Michel Daubanes, rector del santuario de Lourdes, tuvo la amabilidad de responder a varias preguntas sobre los santuarios marianos:
Pregunta: ¿Qué papel pueden jugar los santuarios marianos en la nueva evangelización de nuestra sociedad?
P. Daubanes: Creo que los santuarios marianos tienen un lugar muy, muy importante en la vida de la Iglesia hoy. Esta vida de la Iglesia debe ser misionera, como dice el papa Francisco cuando afirma que somos discípulos en misión. Es en los santuarios donde numerosos peregrinos vienen para entregarse a la Virgen María, encomendarle sus oraciones, pedir gracias para ellos, para los miembros de su familia y también para quienes los rodean.
En un santuario mariano, ya sea en Lourdes, en Fátima o en cualquier otro lugar del mundo, hay algo que me parece muy importante —hoy como ayer, pero hoy en particular— y es el hecho de experimentar la alegría del perdón sacramental a través de la Confesión. En nuestras sociedades, tal vez tengamos una tendencia creciente a no acudir al sacramento de la Confesión, del perdón, de la reconciliación, y es una pena porque sin este sacramento podemos sentirnos abrumados, paralizados en nuestra vida de fe, en una relación con Dios donde no hay perdón posible. El hecho mismo de beneficiarnos de la misericordia de Dios nos permite volver a la fe con gran alegría, con gran fe y serenidad.
El otro aspecto que veo y que puede caracterizar a los santuarios, es la belleza de la liturgia. Si la liturgia es bella, si la oración es bella, los peregrinos se sentirán más nutridos por esta liturgia y, de hecho, invitados a participar en ella con la alegría de volver con más fuerza a la fe en la vida cotidiana. Se trata, por supuesto, del sacramento de la Eucaristía, de la celebración de la Misa, pero también de todo lo que se refiere a la piedad popular (por ejemplo, la procesión nocturna con antorchas en Lourdes), donde el santuario permite al peregrino vivir y comprender verdaderamente su fe.
El último aspecto que me gustaría destacar es el espíritu fraterno que existe en estos santuarios. La solidaridad, la caridad, la fraternidad que se vive dentro del santuario llega a cada persona más allá de su estancia de unas horas.
Adaptado de: www.exaudi.com