28 de mayo – Italia: Nuestra Señora de Carmine (1663)

«Orar con María nos simplifica la vida»

© Shutterstock/Pasquale Della Torre
© Shutterstock/Pasquale Della Torre

Orar con María nos simplifica la vida. Dios es sencillo y quiere tener con nosotros una relación sencilla, una relación filial. Los niños y las personas sencillas, como Bernardita o los videntes de Fátima, saben en el fondo de su corazón que tienen en el cielo un Padre y una Madre llenos de amor que los aman y protegen.

Pero la oración con María no está reservada a ellos. Grandes teólogos que conozco rezaban el Rosario diariamente. Los intelectuales encuentran allí la sencillez de su impulso hacia Dios, Jesús y el Espíritu Santo. Y es una mujer la que les permite todo ello, una mujer que ha vivido en silencio y discreción, sin reconocimiento de los hombres, pero que es nada menos que la madre de Jesús. Orar hoy con María es profético, sitúa a la mujer en el centro de la tradición espiritual.

El carácter repetitivo y automático de las avemarías que rezamos, me evoca el “te amo” que se dicen los esposos después de años de matrimonio. Aunque no pueda estar todo el día en oración, el Rosario es como la nota de fondo que establece una polifonía, me ancla a mi interioridad y la sostiene, alejando la tentación de la dispersión.

Extracto de la entrevista realizada por el diario La Croix a sor Catherine Aubin

www.la-croix.com
 

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