Perú fue la cuna de los Incas, cuya asombrosa civilización se basaba en un sistema de castas y el poder de un rey considerado un dios viviente. El antiquísimo santuario de María PachaTacctacc, en Cuzco, recuerda la presencia de María durante esta época.
La colonización española en el Perú incluyó conocidos aspectos comerciales y territoriales, pero también aspectos misioneros. Los dominicos difundieron allí la práctica del Rosario. Las otras congregaciones misioneras también dejaron una fuerte impronta mariana.
En la actualidad, muchos pobladores cuando se encuentran, se saludan diciendo: “Alabado sea el Santísimo Sacramento y la Virgen María”.
La Guerra de Independencia del Perú (1821-1824) fue ganada por el general argentino José de San Martín, hijo de conquistadores que se convirtió en el libertador del Perú. Estaba muy apegado a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario. Así, en 1820, al momento de la liberación de la ciudad de Trujillo, los patriotas se reunieron en el palacio municipal y juraron «defender la religión católica, apostólica, romana, la pureza de María nuestra Madre, desde el primer momento de su concepción y la independencia de la patria, hasta la última gota de sangre».
Y en 1824, el gobierno apenas instalado decretó que la fiesta de la Inmaculada, el 8 de diciembre, debía celebrarse oficialmente en todo el país. En 1921, con motivo del centenario de la Independencia, el mismo presidente de la República ofreció a Nuestra Señora del Rosario un cetro de oro decorado con piedras preciosas.
El papa san Juan Pablo II llegó al Perú en 1985, en particular, al santuario del Cuzco, donde habló extensamente.
¡En este país hay muchas iglesias dedicadas a María!
Enciclopedia Mariana