Este santuario mariano en Estambul (antigua Constantinopla) se remonta al siglo V, cuando el futuro emperador León I (†474) guio a un ciego perdido y sediento. Siguiendo instrucciones de una voz celestial, le dio a beber agua turbia y le lavó los ojos. Posteriormente, una vez convertido en emperador, León I hizo construir una iglesia en honor a la Madre de Dios y quiso llamarla: “Fuente de Vida”
En el siglo VI, el emperador Justiniano amplió esta iglesia y continuaron los milagros. Tras la caída de Constantinopla en 1453, el santuario fue saqueado y, siglos más tarde, en 1834, reconstruido con una solemne dedicación. Hoy es frecuentado todo el año.
El icono de la festividad representa a la Virgen María en la posición orante. Aparece con el Niño Jesús y un cántaro de agua milagrosa. Los fieles le piden que les dé del agua de ese cántaro.
Los himnos cantados en el santuario establecen la relación entre la abundancia de curaciones físicas y espirituales, y el hecho de que la Virgen María es la Madre de Dios (la curación proviene de Jesús, de naturaleza divina, Creador y Redentor).
Síntesis de Françoise Breynaert
Enciclopedia Mariana