1 de mayo – San José obrero

Esposo de María, hombre del silencio y del trabajo bien hecho

© Shutterstock/Nancy Bauer
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Como María, José es el humilde siervo del Señor que se ajusta en todo a la Palabra de Dios. Su fertilidad proviene de la vida ofrendada y del deseo de agradar a Dios en las tareas diarias. Es el hombre del silencio amoroso en la oración, el testigo de las lentas germinaciones interiores, el artesano del trabajo bien hecho.

Este hijo de Abraham, de la descendencia de David, hace actos de fe sin entenderlo todo. Su obediencia, activa y comprometida, es su respuesta a las diversas llamadas de Dios en su vida, explica el papa Francisco*: «José nos enseña que tener fe en Dios incluye también creer que Él puede actuar a través de nuestros miedos, de nuestras fragilidades, de nuestra debilidad. Y nos enseña que, en las tormentas de la vida, no debemos tener miedo de dejar el timón de nuestra barca a Dios».

José cuida de María y de Jesús. Él los cuida, los asiste en todas sus necesidades, atiende las tareas diarias en su taller de carpintería, canta los Salmos como los judíos de su tiempo, participa en el Shabat y las fiestas, lleva a Jesús a la sinagoga. Se regocija en su corazón paternal cuando Jesús lo llama abba, querido papá. Sabe en lo profundo de su silencio que su Hijo debe estar al servicio de otro Abba.

Jacques Gauthier

Poeta, ensayista y novelista canadiense nacido el 4 de diciembre 1951 en Quebec.

* Papa Francisco: carta apostólica “Con un corazón de padre”, publicada en diciembre de 2020.

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