22 de enero – Francia: Nuestra Señora de Ceignac (1516)

¡Gracias a Jesús, José y María por el pequeño Luca!

Unsplah/Jordan Whitt
Unsplah/Jordan Whitt

En junio de 2000 Marianne, esposa de Filippo y madre de Luca, fue por primera vez a los santuarios de Cotignac*, en Provenza (Francia). Atraída desde su juventud por la Sagrada Familia, aceptó acompañar en peregrinación al grupo de catequesis de su tercer hijo. En secreto, aquejada por la depresión, lucha por subir la colina que conduce a Nuestra Señora de las Gracias. Entonces le viene a la mente una oración: «¡María, ayúdame a subir!».

Durante la Misa, siente detrás de ella una presencia misteriosa y consoladora que inmediatamente le recuerda a san José. Cuando, por la tarde, llega al santuario de San José que se encuentra junto al de Nuestra Señora, el calor es sofocante. Marianne escucha atentamente las fioretti o florecillas** sobre el patrono de la Iglesia universal. «Enseguida fui a beber al manantial. Cuando regresé a casa, ya no era la misma. ¡Fue como un nuevo nacimiento! Estaba curada. Iba a Misa todos los días».

En la Navidad de 2020, Luca se queja de un bulto en la espalda. El diagnóstico señala que tiene un tumor canceroso de más de 30 cm que empuja su corazón hacia la derecha. Trasladado a un hospital, Luca muy pronto no puede respirar. Lo llevan de urgencia a otro hospital. Está prevista una operación, el pronóstico es sombrío: «Su hijo va a perder el pulmón y su corazón será trasladado a una máquina. Prepárense para lo peor…».

Para sobrellevar la situación, Marianne instala un altar a la Virgen María sobre la cama de su hijo. Ella imita a María que guardó en su corazón las palabras que había escuchado. Al elegir abandonarse a la Sagrada Familia, vivió esos dolorosos momentos con una paz sobrenatural. Surgió una importante cadena de oración a la que siguieron novenas, noches de adoración y misas por Luca en Nuestra Señora de las Gracias y en lugares tan lejanos como Canadá, Hawái, Burkina Faso, Italia… «¡Fue más allá de las fronteras! ¡Muchos musulmanes se unieron a nuestras oraciones!».

Contra todo pronóstico, un mes después de la operación, el profesor que sigue al adolescente exclama y escribe: “recuperación espectacular”. Marianne, por su parte, deja traslucir su gratitud: «Sí, el Señor hizo maravillas por mí. Todavía hoy actúa con poder. ¡Gloria y alabanza a ti, Señor! Jesús, José y María, ¡cuánto los amo!».

Adaptado de: www.frejustoulon.fr 

* Dos santuarios fueron erigidos en el pueblo de Cotignac, el de Nuestra Señora las Gracias y el de San José. En efecto, en esos lugares se aparecieron María con el Niño Jesús en sus brazos (1519) y san José (1660). 

** Los fioretti, o “florecillas” en español, son relatos breves y edificantes sobre la vida de un santo.

Enciclopedia Mariana

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