Sesenta y cuatro años después de que Nuestra Señora se apareciera por primera vez a santa Bernardita en Lourdes (Francia), nació el Santuario Nacional y Gruta de Nuestra Señora de Lourdes en Euclides, Ohio. En 1922, durante una peregrinación a Lourdes, la madre superiora de las Hermanas del Buen Pastor tuvo la idea de construir una réplica de la gruta en un terreno cedido a la congregación, en Euclides, a 16 kilómetros al este de Cleveland.
Cuatro años más tarde, en 1926, el Domingo de la Trinidad, el arzobispo de Cleveland consagró el Santuario de Euclides. Dos años más tarde se convirtió en santuario nacional. En 1952, el santuario pasó a manos de las Hermanas de la Santísima Trinidad, las Trinitarias.
En Francia, en Lourdes, un sacerdote dominico preguntó a las hermanas peregrinas de habla inglesa si podían ayudar a los peregrinos de habla inglesa. “Para agradecerles, les entregó unas reliquias que después ellas trajeron [a Estados Unidos]”, recuerda la hermana Phyllis Ann, hoy administradora del santuario de Euclides. Una de ellas es un trozo de roca sobre la que se encontraba la Virgen cuando se apareció a santa Bernardita. “Se nos considera un satélite del Santuario de Lourdes en Francia”, explica la hermana Phyllis Ann.
De hecho, explica: “En un lejano pasado hubo una aparición de María aquí en el santuario, pero con el paso de los años ¡ha sido olvidada!”. El lugar era entonces una finca vinícola perteneciente a la familia Harms. Julia Harms estaba casada y mientras estaba embarazada, acudía todos los días con sus amigas al lugar donde se encuentra hoy la gruta, a rezar el Rosario. Un día, María se le apareció y le dijo que daría a luz, que su bebé viviría, pero que ella moriría. Dio a luz a una niña. Antes de que naciera, le hizo prometer a su marido que, si algún día la familia cedía la propiedad, debería ser para que se convirtiera en un lugar dedicado a María. Dos semanas después de dar a luz, la señora Harms murió.
En 1919, cuando las Hermanas del Buen Pastor tomaron posesión de la propiedad que pertenecía a la familia Harms, la dedicaron a Nuestra Señora de Lourdes. Luego llegaron las Trinitarias a Estados Unidos, quienes han administrado el santuario desde 1952.
Con el paso de los años, el trozo de roca de Lourdes incrustado en el mármol a los pies de Nuestra Señora en la gruta se ha convertido, como en la gruta de Massabielle*, en fuente de numerosas curaciones.
Adaptado de: Joseph Pronechen, 22 de octubre de 2023, para el National Catholic Register.
*Massabielle: gruta de Lourdes en Francia.