El 7 de septiembre de 2024, el arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), José H. Gómez, celebró la Misa anual “Una Madre, muchos pueblos” en la catedral de Nuestra Señora de los Ángeles. El siguiente texto es una adaptación de su homilía:
“Somos muchos pueblos y tenemos una Madre, que es la Madre de Dios, la Madre de Jesús y la Madre de todos los que creen en su santo nombre. Entre las primeras familias de Los Ángeles, como sabemos, había nativos americanos, africanos, europeos y asiáticos de las islas del Pacífico. La hermosa diversidad de estas familias fundadoras se refleja en sus familias reunidas hoy aquí.
La familia de Dios en Los Ángeles es un encuentro de culturas y pueblos, que cumple la promesa de la Iglesia primitiva en Jerusalén, la Iglesia de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre hombres y mujeres provenientes de todas las naciones de la tierra. Esto es lo que significa la palabra “católica”: universal, internacional, una familia compuesta por personas de todas las razas, lenguas, tribus y pueblos, hasta los confines de la tierra. Este es el sueño de Dios para su pueblo y somos el sueño de Dios para la humanidad.
Cada uno de nosotros es un hermano o hermana para los demás. Somos una familia, estamos todos dentro de la misma nave. Somos muchos pueblos y tenemos una y única Madre. Cuando el ángel dice hoy a María en el Evangelio: “No tengas miedo”, se dirige también a ti y a mí. Vivimos tiempos turbulentos e inciertos; pero nada debe asustarnos ni perturbarnos, porque somos hijos de María. ¡Somos hijos e hijas del Dios Altísimo!
No importa de dónde vengamos, ¡somos hijos de Dios! Jesús nos ama y su Madre nos ama, con un amor que supera todo lo que podamos imaginar.
Nuestra Madre María le dijo al ángel: “Yo soy la sierva del Señor. Que se haga en mí según tu palabra”. Estas son palabras de fe, palabras de misión. Son un compromiso con Dios. ¡Pidamos entonces a nuestra Madre que nos mantenga siempre cerca de Jesús! ¡Y pidámosle que nos inspire más profundamente a amar a nuestros hermanos y hermanas, para que todos los pueblos de la tierra lo conozcan y lo amen!
Adaptado de: Monseñor José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles, California (Estados Unidos)