Mi visita al santuario mariano de Medjugorje* fue la reconciliación de mi alma con el Señor. En el mundo moderno, Dios parece desaparecer gradualmente de nuestros corazones y perder todo valor. Así que inicialmente fui allí para redescubrir mi fe, abandonada durante algún tiempo, mientras hacía un viaje con 50 jóvenes.
Básicamente, el Espíritu Santo me guio por este camino de verdad, de sinceridad ¡y respondí a ese llamado! Allí descubrí por primera vez personas de corazón generoso, amistades sinceras, sin prejuicios, siempre con ganas de seguir adelante. Y una vez allí entendí: “Medj” es una luz en la noche, un lugar de apertura a Dios. Allí encontré un tiempo de gracia, de reflexiones sobre mí mismo y de respuestas sobre la importancia de la vida. Estamos llamados a trabajar por un mundo mejor y más justo. ¡La oración allí es muy sencilla y nuestros corazones están abiertos a ella! ¡Me sorprendí y estaba rezando más! ¡Pero nuestro papel apenas comienza! En unión de oración.
Olivier: www.clubmedj.com
*Medjugorje, pequeño poblado de Bosnia Herzegovina, se ha convertido en un lugar de peregrinaciones marianas católicas, desde la primera aparición de la Virgen María en la Colina de las Apariciones, en 1981.