Como Promotor General del Rosario de su orden, el padre dominico Lawrence Lew* se dedica a predicar y promover el Rosario en todo el mundo.
Recordando los orígenes de su orden, el P. Lew explica: «Existe una hermosa tradición según la cual Nuestra Señora pidió a su Hijo el regalo de una orden que enseñara, predicara y corrigiera errores, y la existencia de dicha orden fue vista como un acto de misericordia divina y, como la orden surgió como respuesta a la petición de María, esta se llamó «orden de María»”.
«Hay muchas otras hermosas historias marianas relacionadas con la orden —continúa el P. Lew—, por ejemplo, el escapulario blanco que llevan los dominicos fue entregado a la orden por la Virgen. También nos regaló el Rosario, que es el regalo más preciado que Ella confió a los dominicos». De hecho, al menos una docena de papas mencionan la relación entre santo Domingo y el Rosario, y tradicionalmente se le atribuye a este la difusión y popularización de la práctica.
Reflexionando sobre el innegable papel de María en la historia de la salvación y subrayando que fue a través del "sí" de María que Dios se hizo hombre y la creación se renovó, el sacerdote dominico explica cuán apropiado es rezar el Rosario en honor a Nuestra Señora y a su Hijo.
«En una palabra —explica el P. Lew—, Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera convertirse en Dios, como dijo san Atanasio. Creo que esto resume qué es el Rosario: es una presentación de los misterios de nuestra salvación, como señaló el gran maestro dominico Garrigou-Lagrange. No es tanto la cronología de la vida de Cristo lo que contemplamos, sino la historia teológica de lo que hizo por nosotros: Cristo se hizo hombre, murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos para que pudiéramos resucitar y ser deificados con Él».
Al recordar los preocupantes niveles de aislamiento social, soledad y angustia emocional durante la reciente pandemia, el P. Lew observó “una verdadera proliferación de grupos de oración del Rosario que rezaban a través de Zoom y otros medios”.
«El Rosario es la oración que muchos de nosotros rezamos a lo largo de nuestra vida católica —subraya el P. Lew—. Es hermoso que recurramos al Rosario cuando estamos tristes o ansiosos, cuando sucede algo en nuestra vida que nos causa angustia, pero también en los momentos felices y para celebrar».
El mundo se ha vuelto árido por el pecado, la violencia, la división y la guerra. El Rosario, continúa el padre dominico: "es, por ello, tanto más necesario para que podamos regar la tierra con el rocío de la gracia de Dios, el rocío del Espíritu Santo".
"«Esto es el Rosario: es ponerse, como María, a disposición de la gracia de Dios para obedecerle, para decirle sí. Es esforzarse por traer una nueva creación, por traer la paz al mundo».
Bénédicte Cedergren, 20 de mayo de 2024.
Adaptado de www.ncregister.com
*El 7 de octubre de 2019, en la festividad de Nuestra Señora del Rosario, el Hno. Lawrence Lew, O.P., originario de Malasia, fue nombrado Promotor General del Rosario.