¿Por qué rezar el Rosario y por qué ahora? (I)

Algunos católicos prestan poca atención al Rosario. Lo ofrecemos como recuerdo, lo usamos o lo mostramos, pero tendemos a olvidar el inmenso poder que puede tener cuando se reza. Esto es realmente una pena, porque rezar el Rosario puede brindar una solución a tantos problemas en nuestro mundo del siglo XXI.

Nuestra sociedad se enfrenta a un secularismo creciente y a la desaparición de la fe en la esfera pública. Nuestro mundo está abrumado por el mal, el terrorismo, la guerra y la violencia. Estamos rodeados de familias rotas, innumerables distracciones y una indiferencia general hacia la santidad.

¡El Rosario puede ayudarnos! Lo sabemos porque la Santísima Virgen nos lo dijo hace 100 años en Fátima, Portugal, cuando se apareció seis veces a tres pastorcitos entre mayo y octubre de 1917. María les repetía: "Recen el Rosario todos los días para alcanzar la paz en el mundo y el fin de la guerra". Sor Lucía dos Santos, la mayor de los tres videntes, a quien la Iglesia acaba de declarar "venerable", insistió toda su vida en el mensaje de María, que se presentó a los niños bajo el nombre de "Nuestra Señora del Rosario".

También conocemos el gran valor del Rosario porque, a lo largo de la historia, ha manifestado su poder en la vida de hombres y mujeres de fe. Por supuesto, el Rosario no es mágico. Es poderoso porque nos lleva a Jesús. Como dijo el difunto cardenal Francis E. George, arzobispo de Chicago, al final del Año del Rosario en 2003: el Rosario “nos lleva a la esencia del Evangelio”.

Gretchen R. Crowe, 30 de junio de 2023.

Adaptado de: www.thecatholicspirit.com