El monasterio de Al-Mouharraq situado en el Alto Egipto, conocido también con el nombre de "monasterio de la Virgen" o "monasterio de la montaña de Qosqam", habría sido fundado por san Pacomio (†348), iniciador del cenobitismo, o por sus discípulos. Los coptos han considerado durante mucho tiempo Deir al-Muharraq como la etapa más meridional de la estancia de la Sagrada Familia en Egipto.
La tradición copta considera que la iglesia del monasterio fue, hacia el año 390, la primera en Egipto dedicada a la Virgen María. La liturgia copta celebra el aniversario de esta consagración cada año el 6 de Hastur, es decir, el 15 de noviembre. El evento habría estado acompañado de una aparición de Nuestra Señora al arzobispo Teófilo de Alejandría (345-412). Este milagro se relata en un famoso texto, La visión de Teófilo (que no debe confundirse con El milagro de Teófilo). Durante una gira por el Alto Egipto, a donde había sido enviado por el emperador para destruir los templos paganos, Teófilo habría ido al monte Qosqam para consagrar el santuario. Habiéndose retirado a orar a la habitación en la que, según la tradición, la Virgen había estado, tuvo una aparición:
«Una luz, tan radiante que parecía el sol mismo, me inundó. Vi un trono de luz, en el que estaba sentada la Reina de todas las mujeres, la Santísima Virgen, Nuestra Señora María, la Madre de Dios. Como el sol, su rostro irradiaba luz y estaba cubierta con un resplandor majestuoso, mientras miríadas de ángeles la rodeaban (...). Vi a Gabriel y a Miguel, y a una gran multitud de otros ángeles con ellos. Cuando los vi, caí de bruces en el suelo y quedé como muerto, pero Miguel calmó mi miedo y mi angustia. Entonces, la Santísima Virgen María, Madre de Dios, me habló».
María contó extensamente a Teófilo la huida de la Sagrada Familia y le reveló que la iglesia del monasterio, en la “montaña santa de Qosqam”, había sido construida por los apóstoles, transportados milagrosamente a estos lugares en una nube en compañía de Cristo resucitado, de su Madre, de María Magdalena y de María Salomé. Cristo incluso habría celebrado allí personalmente la primera Eucaristía después de la Pascua, en recuerdo de los seis meses de su infancia pasados allí, con José, María y su sierva Salomé (prima de la Virgen), compañera de su exilio.
El monte Qosqam también dio cumplimiento a la profecía de Isaías (19, 19): «Aquel día habrá un altar dedicado al Señor en medio de la tierra de Egipto».
La Virgen María prometió a Teófilo que ayudaría a todos los que visitaran esa iglesia a perseverar en su fe hasta al final de su vida. La aparición de María a Teófilo y el paso de la Sagrada Familia se conmemoran con importantes peregrinaciones, las cuales reúnen anualmente a multitudes considerables de coptos ortodoxos en Deir al-Muharraq*.
Adaptado de: Enciclopedia Mariana
*Fechas de las peregrinaciones: dos peregrinaciones principales reúnen anualmente a multitudes considerables de coptos ortodoxos en Deir al-Muharraq:
28 de junio (21 Baunah del calendario copto), fiesta del monasterio, que coincide con la fiesta de la dedicación de la otra iglesia mariana cuya construcción podría haber sido realizada por los apóstoles, en este caso Pablo y Bernabé, en Filipo, en Asia Menor.
Del 7 al 22 de agosto (ayuno y festividad de la Asunción de María).