Una consagración que no puede ser abolida

Hoy, ante las difíciles situaciones que atraviesa el mundo, ante los desafíos que hay que afrontar, es importante acudir a la Virgen María “porque Ella es nuestra Madre y nosotros somos sus hijos. Más que nunca, el mundo, y en particular Francia, que fue consagrada solemnemente a Ella —consagración que no puede ser abolida—, necesitan la protección de María”, afirmó el papa Francisco durante la celebración del 150 aniversario de la peregrinación nacional a Lourdes, celebrada del 11 al 16 de agosto de 2023.

Francisco rezó para que “la Reina de la Paz” interceda ante su Hijo, de forma que “la paz deseada se establezca allí donde se oye el ruido de las armas. Que suscite en el corazón de cada persona auténticos sentimientos de amor fraterno para que las sociedades crezcan armoniosamente en el respeto a los demás, la salvaguardia de su dignidad y sus derechos, y para que nadie se quede atrás en el camino".
Dirigió también su pensamiento a las familias, encomendando a la Virgen María a aquellos padres que “llevan cada día el fardo de una pesada responsabilidad”; a los jóvenes, a menudo preocupados por su futuro; y a los ancianos, “ricos en sus experiencias y en su sabiduría, pero con demasiada frecuencia olvidados y abandonados”. El Sumo Pontífice, en su mensaje, deseó que sean consolados los enfermos, quienes están solos, los marginados, los exiliados o refugiados, y todos aquellos que sufren y atraviesan momentos difíciles en su vida.

Extracto del mensaje del papa Francisco

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