María, Reina de Polonia a petición de los obispos

«Desde el siglo XVII, el pueblo polaco atribuye este título a la Madre de Dios, encomendándose a su protección maternal y comprometiéndose a servir fielmente la causa del Reino de su Hijo. Recordando los votos que vuestros padres hicieron en Jasna Góra, seguid también fielmente, en estos tiempos difíciles, la invitación siempre actual de María y "haced todo lo que Jesús os diga" (cf. Jn 2, 5). ¡Que su bendición acompañe a cada uno, a sus familias y a todo el pueblo polaco!», así declaró el soberano pontífice argentino en su saludo a los grupos que asisten a la Audiencia General de los miércoles.

María fue declarada "Reina de Polonia" por el rey Juan II Casimiro Vasa durante los Juramentos de Lwów, en 1656, que tuvieron lugar después de la defensa de Jasna Gora contra la invasión sueca.

Esta festividad de María, Reina de Polonia, se instituyó a petición de los obispos polacos, después de la Primera Guerra Mundial y la recuperación de la independencia de Polonia. Oficialmente, se celebra desde 1923. En 1920, el papa Benedicto XV la aprobó y fue elevada al rango de fiesta solemne, tras la reforma litúrgica de 1969. La fecha del 3 de mayo recuerda también la de la primera Constitución polaca.

Con motivo del 300 aniversario de los juramentos reales, el primado de Polonia, el cardenal Stefan Wyszyński, que luego fue apresado por las autoridades comunistas, preparó una nueva versión de los juramentos. Tras la liberación del Primado, beatificado el 12 de septiembre de 2021, el episcopado polaco pronunció solemnemente los "Jasnogórskie Śluby Narodu" (Los deseos de la nación de Jasna Góra), en Jasna Góra, el 26 de agosto de 1956, con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Częstochowa, en presencia de un millón de fieles.

Diez años después, el 3 de mayo de 1966, tuvieron lugar en Częstochowa las celebraciones del milenio del bautismo de Polonia. Entonces se proclamó solemnemente el acto de entrega a la Madre de Dios y de petición de su protección para los próximos 1000 años.

Papa Francisco, Audiencia General del 28 abril 2021