William Toro, ex ateo y ocultista, es un apologista católico que pasa la mayor parte de su tiempo defendiendo la fe con argumentos teológicos y filosóficos.
Antes de su conversión, sin embargo, había dirigido una asociación atea de la que fue fundador, para después embarcarse en el ocultismo y tratar de convencer a los creyentes de que Dios era malo.
En una entrevista de YouTube para A Millennial Priest del padre Byron Cadmen, William relató su conversión y concluyó con un mensaje de aliento para todos aquellos que están alejados de Dios. Evocó los momentos más destacados de su vida: una infancia herida por el bullying, una adolescencia de rebeldías, peleas y una juventud que lo vio haciendo campaña por el ateísmo.
Tras un largo período de estudio de los principales filósofos ateos, se interesó por el ocultismo. Por tanto, ya le resultaba difícil aceptar que el mundo se reducía solo a lo material. Si esto le permitía aceptar tal situación, su interés no estaba, sin embargo, en Dios, sino en la brujería. Luego recurrió a prácticas ocultas, se entregó a la magia, lanzó hechizos.
En medio de esta confusión, descubre el amor. Fue su primer paso hacia Dios. "Conocí a mi maravillosa esposa (no estábamos casados en ese momento) y Dios le permitió alejarse de la fe y encontrarme. Cuando empezamos a vernos fuera de los caminos de Dios, ella quedó embarazada de nuestro hijo”, dice William.
Durante el embarazo, ella volvió a Dios sin decírselo a William. “Con su familia formaron un grupo de oración en el que, durante un tiempo, rezaron el Rosario y pidieron por mi conversión”, explica William. Un día, su futura esposa le pidió que participara en un retiro espiritual y, con cierta desconfianza debido a su pasado, accedió. Esta decisión cambió por completo su vida.
Andrés Jaromezuk, 20 de marzo de 2023.
Adaptado de: www.churchpop.com