Los estudiosos han reconocido que los primeros europeos en llegar a la India, en su mayoría por tierra, fueron de hecho misioneros franciscanos italianos, que llegaron a Quilon (Kollam), en la costa de Kerala a principios del siglo XIII. Los Frailes Menores fueron probablemente los misioneros y exploradores más audaces del siglo XIII en el corazón de Asia, China e India.
Los misioneros que desembarcaron en Asia fomentaron la devoción a la Virgen porque pertenecían a órdenes que veneraban a la Virgen bajo diferentes aspectos: la Inmaculada Concepción para los franciscanos y los jesuitas, y la Virgen del Rosario para los dominicos. Así, la imagen de María ejerció una influencia considerable en Asia durante el siglo XVI y jugó un papel central en la misión de evangelización y civilización de la Iglesia durante los siglos siguientes.
La devoción a Nuestra Señora de los Navegantes comenzó en el siglo XV entre los europeos, especialmente entre los navegantes portugueses, que rezaban para volver a casa sanos y salvos. Esta devoción se extendió a todas las colonias portuguesas. Se dice que un barco portugués atrapado en una tormenta en el sur de la India se salvó invocando la ayuda de María. La Iglesia de Nuestra Señora de la Salud se construyó en Velankanni (India) para responder a los deseos de los marineros.
Además, Nuestra Señora de la Concepción se convirtió en la patrona del Reino de Portugal en 1640. Después de la pérdida de la supremacía comercial portuguesa en el Este, la Compañía Británica de las Indias Orientales se hizo cargo. Los portugueses se fueron, pero la Virgen María se quedó: se apareció en diferentes lugares, en el bosque (Nuestra Señora de Lavang), en cuevas (Goa Maria Sendangsono, Goa Maria Kerep) y en la playa (Nuestra Señora de Larantuka). Intervino en situaciones catastróficas como plagas, hambrunas (Nuestra Señora de la Salud, Bangalore) y naufragios (Nuestra Señora de Bandel, Nuestra Señora de Chindaaththirai).
No solo es venerada en el sur de la India y el sudeste asiático, sino también en China, Japón y Filipinas. En Asia, la devoción popular a la Virgen María trasciende las filiaciones religiosas y las culturas. ¡Es venerada por hindúes, musulmanes, zoroastrianos, budistas y seguidores del taoísmo!
En un contexto intracristiano, María es vista a veces como un obstáculo para el ecumenismo, para el entendimiento mutuo entre católicos y protestantes, mientras que en muchos círculos interreligiosos María es un puente que acerca a los fieles más diversos.
Patrizia Granziera Adaptado de: www.ucanews.com