La tradición de la estatuaria sagrada en papel maché se remonta al siglo XVII, cuando artistas del sur de Apulia (sur de Italia) produjeron las primeras estatuillas en Lecce (una ciudad de Apulia) que representaban a María desatando los nudos. Es una devoción mariana hoy muy querida por el papa Francisco, quien la conoció en 1986 cuando, estudiando teología en Alemania, visitó la iglesia de San Pedro en Augsburgo donde había un cuadro de la Virgen María Knotenlöserin o “desatadora de nudos”, que data de 1700.
Esta obra es un exvoto del sacerdote Hyeronimus Langenmental, quien la encargó al pintor Schmidtern para conmemorar la gracia recibida por sus abuelos Wolfgang y Sofía. Como los esposos atravesaban por una profunda crisis matrimonial, cada vez que discutían, Sofía hacía un nudo en el lazo nupcial, de modo que una vez que estaba lleno de nudos y la separación era casi inminente, el esposo desesperado se lo entregó al padre jesuita Jakob Rem, quien se lo ofreció a Nuestra Señora para restablecer la armonía conyugal deshaciendo todos los nudos.
En ese momento, el padre Jorge Mario Bergoglio, también jesuita, hizo imprimir de inmediato miles de postales con esta imagen, que envió a Buenos Aires, Argentina, y a todo el sur de América Latina.
La devoción a María Desatadora de Nudos se basa en efecto en la antigua advocación de María Auxilio de los Cristianos, ya presente en las letanías de Loreto desde el pontificado de san Pío V y que reconoce el papel singular de la Virgen en la vida del hombre como "mediadora de toda gracia", tanto que el mismo Concilio Vaticano II la calificó como "Abogada", "Salvadora" y "Mediadora".
Más temprano aún, encontramos una referencia a esta devoción mariana en los escritos de san Ireneo de Lyon: “El porqué de la desobediencia de Eva encontró su solución en la obediencia de María. Lo que la virgen Eva había atado con su incredulidad, la Virgen María lo desató con su fe”. Este es un concepto muy querido por el papa Francisco, quien a menudo se refiere a él durante el santo Rosario
Adaptado de: www.fr.zenit.org