Aunque la idea de rezar el Rosario pueda intimidar a algunos, el P. Lawrence Lew, promotor general de los dominicos para el Rosario desde el 7 de octubre de 2019, dice que rezarlo es más fácil de lo que uno piensa.
En una homilía dada en la iglesia del Santo Rosario, en Houston, Texas (EE. UU.), en la festividad del Santo Rosario el 7 de octubre, el P. Lew compartió algunos consejos sobre esta oración:
1. «Empieza a rezar el Rosario poco a poco, dice. «Si lo encuentras árido, comienza poco a poco con unas diez avemarías al día».
2. Aconseja a los principiantes que aumenten gradualmente el número de decenas cada día y que las repartan a lo largo del día.
3. Investido con el papel de promotor general del Rosario, defiende y predica activamente el Rosario dentro de la Orden Dominica y anima a sus hermanos dominicos a predicar el Rosario, que es parte del patrimonio sagrado de la Orden.
4. Compara el rezo del Rosario con una medicina prescrita a un enfermo. Los efectos generalmente no son inmediatos, pero las personas confían y esperan que el medicamento los ayudará de alguna manera.
5. «El Rosario debe despertar y aumentar nuestro amor a Dios. Este es el propósito de la oración», añade. «De cierta manera, no tiene sentido rezar el Rosario de memoria, como una simple repetición de palabras».
6. No lo reces con prisa: «Está muy claro en la tradición dominica y en la enseñanza dominica que el Rosario debe rezarse como una meditación. Es mejor orar una decena a la vez, y hacerlo bien, que tratar de decir las cinco decenas en 20 minutos».
Y concluye con un sabio consejo: «Si terminas rezándolo mecánicamente, sin meditar realmente, no debes sentirte culpable… Somos humanos y los seres humanos a veces nos distraemos mientras rezamos. Siempre que oremos por una intención, nos comprometamos en la oración y estemos motivados por el amor de Dios, incluso si estamos distraídos, nuestra oración no pierde su mérito».
James Ramos, 28 octubre 2022.
Fuente: catholiccourier.com (adaptado y traducido del inglés)